viernes, 29 de enero de 2010

Comida para gatos

Según la publicidad es irresistible.....................

Para todos los amantes de los gatos, que por lo que parece en los blogs abundan.

domingo, 17 de enero de 2010

"Erizos"

"Ya sé lo que le pasa a Shinji. Es el dilema del erizo".

"¿El dilema del erizo?".

"Sí. Los erizos, para demostrar su afecto a otro erizo, se acercan a él lo más que pueden. El problema es, que con las púas, cuanto más se acercan, más pueden pincharle y hacerle daño."

"Entiendo...".



Hay que ver lo que enseñan los dibujos.

"El dilema del erizo expone que, cuanto más cercana sea la relación entre dos seres, más probable será que se puedan hacer daño el uno al otro. Esto se basa en la idea de que los erizos tienen púas en su lomo; si se acercan uno a otro, las púas de cada uno dañarán al otro."

Los erizos cuando tienen frío se juntan para darse calor, pero se dañan con las púas.

¿Y qué hacen? ¿Pasan frío o aguantan el dolor?.

La idea es la siguiente: por un lado necesitamos del amor para vivir (calor) y por otro ese amor nos puede causar daño (dolor), y lo rechazamos.

El erizo por tanto, teme que acercarse a otro erizo le haga daño, que le clave sus púas.
Pero también tiene miedo por otra razón. Tiene miedo de clavar sus propias púas.

Que la proximidad con otros erizos sea demasiado grande, les haga daño, y se alejen de él.

El erizo anhela estar con los otros, pero no se atreve a acercarse lo suficiente, por miedo a que ese acercamiento le aleje más aún.

Ambos miedos confluyen en él, dejándolo en una especie de tierra de nadie. Como un imán situado entre cargas de igual y distinto signo, de forma que la proximidad lo aleja, la lejanía lo acerca, pero jamás variando la distancia original. Así el erizo teme acercarse a otros erizos. Y aunque desea estar con ellos, acercarse a ellos, no se atreve.

Con las personas, pasa algo parecido. Cuando una persona siente afecto por otra, intenta acercarse a ella sentimentalmente.

Yo sé que la persona que me quiere no le importa dañarse con mis púas, y a mí tampoco, porque entre esa persona y yo hay un lazo (sea del tipo que sea).

Pero cuando es sólo por tu parte el hecho de no importarte el dolor, ¿qué haces?.

También cuanto más cerca se está de alguien, es más fácil hacerle daño. Las personas más próximas a nosotros son las que más daño pueden hacernos o viceversa.

¿Entonces, que hago?, ¿me aparto o me acerco?.

Porque, puedo estar hiriendo a esa persona aunque no me lo diga o sólo haciendome daño a mi mismo. ¿acaso tengo derecho a reprochar nada a la otra persona?, al fin y al cabo cada uno tiene su forma de demostrar su cariño.

¿Y si esa persona no te lo demuestra porque no sabe o porque no quiere?, ¿que haces?.

Y no obstante, yo creo que el "dilema del erizo" tiene que servir para enseñarnos a no ahogar y a no ahogarnos, a dar el suficiente calor a los demás sin pincharlos, sin que nos pinchen...pero sin aislarse.

Llevando esto al plano del amor, incluso de la amistad, tendríamos el amor que daña por que aprieta demasiado (el del erizo) que te pincha con su dependencia, y te ahoga, o la caricia del que sabe abrazar sin apuñalar, dejando espacio al otro, respetándole, algo así como amar sin dependencia y es que ciertamente la dependencia poco tiene que ver con el amor...

Y es que desde mi punto de vista, el amor se demuestra con hechos y no con palabras.

Bueno, creo que esto forma parte del proceso de la madurez. Debemos encontrar la distancia adecuada para acercarnos a los demás.

Y quizás haya más "erizos" de los que parece.

Para terminar una cita atribuida a Plutarco:


"No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asienten cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor".