sábado, 13 de febrero de 2010

La Bestia


El hombre coge el fusil en cuyo interior hay alojadas dos balas "benditas" que ha "fabricado" fundiendo dos medallas de plata de la Virgen María, lo apoya sobre su hombro, apunta y aprieta el gatillo, una bala de plata, surca el aire.........al fin después de 3 años de terror la pesadilla había acabado.

                                                       
Entre 1764 y 1767, un centenar de personas, casi todas ellas mujeres y niños, fueron asesinadas de una forma misteriosa.
                    



                                                    
Los sucesos ocurrieron en el centro de Francia, en la región montañosa del Gévaudan y a pesar de las numerosas batidas y de la inmensa recompensa que ofreció el Rey, nadie logró resolver el enigma, aún hoy, no hay una explicación convincente.


El Gévaudan es un área histórica de Francia, situada dentro del departamento de Lozére, en la edad media Gévaudan era conocida como Pagus Gabalum, después de que los romanos bautizaran la capital del gabali, como Gabalum, hoy día Javols, y estaba administrada por el Conte de Toulouse, siendo en el año 1096 cuando la parte este del Gévaudan quedó bajo la influencia del Obispo de Mende, así, poco a poco Mende se convirtió en la capital religioso-administrativa del Gévaudan.


Los Contes o Comites era el nombre que recibían las administraciones de las ciudades y sus alrededores durante la dinastía Merovingia. 


En el siglo XI, Adalbert, obispo de Mende, aprovechó el interés por el Gévaudan para aumentar su poder, logrando que Luis VII a cambio de su reconocimiento le concediera el Toro de Oro (Royale du Gévaudan de Bulle), siendo por tanto el primer país de la Occitania en reconocer la soberanía feudal del rey de Francia.


El Toro de Oro o Chrysobull, era un ornamento de oro que representaba un sello y que iba unido a un decreto, con el tiempo este nombre se aplicó al decreto entero, tales decretos eran conocidos como toros de oro o insignias de los chrysobullos.


El Chrysobull en su origen, era un documento diplomático usado en el imperio Bizantino, donde era muy importante, durante la Edad Media y el Renacimiento fue usado, aunque escasamente por los reyes europeos, pero, al ser tan escasos tienen más valor que los bizantinos.

 
Más tarde el Gévaudan fue dividido en ocho baronías, estando éstas bajo la influencia del obispo de Mende.


Principios de Junio de 1764, en el pequeño pueblo de Langogne, perteneciente hoy día a la región del Languedoc-Rosellón, una mujer cuida en el campo de sus bueyes, cuando de repente es atacada por un extraño animal, los perros guardianes que en teoría deben defenderla, huyen con el rabo entre las patas, en cambio, los bueyes actúan ante el peligro, agrupándose en torno a su ama y poniendo en fuga al desconocido animal, la mujer por suerte no resulta herida, sollozando y con la ropa hecha jirones, regresa al pueblo, donde explica, nerviosa, que, una criatura monstruosa la ha atacado, la gente piensa que el miedo le ha trastornado, y que el monstruo que ella describe, es simplemente un lobo, por lo que el asunto pronto se olvida.


En las semanas siguientes se extiende por toda la región el rumor de que una extraña criatura corretea por los alrededores.





Y el 3 de Julio, aparece en Saint-Étienne-de-Lugdarès, a tan solo 13 km,s., de Langogne, el cadáver parcialmente devorado de Jeanne Boulet, una chica de 14 años, el hecho se le atribuye a un ataque de los lobos, numerosos en aquella región, siendo posteriormente la primera victima atribuida al extraño animal de la que se tiene constancia.


Pasa un mes y el 8 de Agosto, a unos 20 Kms., de Saint-Étienne en el pueblecito de Puylaurent, es atacada y despedazada una niña, se vuelve a echar la culpa a los lobos, aunque por la forma de la carnicería, la gente empieza a dudarlo.


A estas muertes les siguen en el mismo mes de Agosto, tres chicos de unos 15 años en Cheylard-l'Évêque, una mujer en Arzenc-de-Randon, una chica en la aldea de Les Thors y un pastor de Chaudeyrac, los cadáveres son encontrados en el campo y en el bosque, sus cuerpos horriblemente mutilados son apenas reconocibles, el caso es que todas estas muertes se producen en un radio de 30-40 kms., el run-run de las gentes del campo va creciendo.


Llega Septiembre y los asesinatos continúan, una niña desaparece en Rocles, un hombre en Pont Choisinet y una mujer en Saint Chely-d'Apcher, los restos de todos ellos se encuentran esparcidos por el campo, junto con sus ropas hechas jirones, el odio a los lobos crece y son muertos varios de ellos.


Llega Octubre y en el pueblo de Le Pouget, un joven se encuentra en su huerto cara a cara con un animal, que le ataca desgarrándole el cuero cabelludo y el pecho, pero logra escapar y medio muerto regresa al pueblo, donde aterrorizado cuenta lo que le ha pasado, es el 8 de Octubre, su descripción del animal no tiene nada que ver con los lobos, ni con nada conocido.


El 10 de Octubre, dos días más tarde, un niño de 13 años es atacado por el extraño animal que le arranca el cuero cabelludo y le abre la cabeza, ya no hay dudas, la gente del campo sabe lo que es un lobo y este no es el caso.



Por último el 19 de Octubre aparece una joven de 20 años horriblemente mutilada en un prado cerca de Saint-Alban-sur-Limagnole, el animal se ha ensañado con ella, bebiéndose toda su sangre y devorando sus vísceras, es el colmo y los campesinos cada vez tienen más miedo.


Las gente aterrorizada quiere estar segura y entonces se organiza una cacería en la que una masa de campesinos intenta dar caza al misterioso animal, estos, comandados por el capitán Duhamel, asistente del comandante de los Dragones de Langogne, logran dar muerte a un gran lobo, lo que les vale la recompensa de 18 libras, pero esto no tranquiliza a la mayoría de los campesinos, que saben que un vulgar lobo, por muy grande que sea, no es el causante de las muertes.


Pocos días después, un campesino de Julianges, Jean-Pierre Pourcher, está colocando unos haces de paja en su establo, anochece y la nieve cubre el campo, cuando, de repente, una sombra pasa por delante de la estrecha ventana donde trabaja, asustándole, descuelga su fusil con sigilo y observa la solitaria calle por el tragaluz del establo, al momento descubre parado ante la fuente del pueblo un animal monstruoso, un animal que no es capaz de identificar, porque nunca a visto nada semejante. 


Jean es fuerte, pero, en estos momentos sus manos tiemblan y apenas puede sostener el arma, armándose de valor y después de santiguarse, apoya el arma en su hombro, apunta y dispara, a lo lejos el animal cae, e inmediatamente sin moverse del sitio, se levanta sacudiendo la cabeza y mirando a todas partes, furioso; Jean, sorprendido, vuelve a disparar, ahora el animal dobla sus patas traseras, lanza un grito aterrador y huye haciendo "un ruido parecido al de una persona que se aleja de otra después de una pelea", según declara más tarde, afirmando también, que le ha dado y que por tanto el animal está herido, por lo que se le busca por las cercanías al día siguiente, sin ningún resultado.


Los rumores se extienden y el miedo se adueña hasta de los lugares más lejanos, los campesinos asustados, abandonan las labores del campo, los caminos se quedan desiertos y la gente se encierra en sus casas, saliendo únicamente en grupos fuertemente armados.


El capitán Duhamel, después del fracaso de la primera batida, no ceja en su empeño y al mando de sus dragones realiza batidas diarias, esperando cazar al extraño animal, le siguen 1.000 campesinos voluntarios y armados de fusiles, guadañas, lanzas y palos, todo vale, ante cada nueva fechoría del animal, se lanzan en masa en su búsqueda, matando a todo lobo que se cruza en su camino.


Por otro lado el Síndico de Mende, señor de Lafont, el comandante general de las tropas del Languedoc, señor de Moncan, el señor de Morangiés, un noble de la región y Mercier considerado el cazador más intrépido del Gévaudan, rastrean el territorio seguidos por los campesinos que han sido reclutados de pueblo en pueblo, la búsqueda del animal, no obstante, también es infructuosa.


Salvo que un día, después de 3 días de marcha, la tropa comandada por el señor de Lafont, se detiene bruscamente, cerca del castillo de la Baume, donde acaban de ver al animal escondido tras de un muro, acechando, recostado sobre su vientre, a un joven pastor que cuida de unos bueyes, de repente el animal, sintiéndose descubierto, se esconde en un bosquecillo cercano, los campesinos enardecidos van tras él, cercan el bosquecillo y con precaución sacuden la maleza, el animal sintiéndose acorralado, sale de su escondrijo, un cazador cercano le dispara casi a bocajarro, el animal cae y se levanta, el cazador vuelve a disparar y el animal vuelve a caer de nuevo, volviendo a levantarse nuevamente, cojeando se refugia otra vez en el bosquecillo, donde le siguen acosando, obligandolo a salir a la pradera, donde le disparan desde todos los lados, el animal cae ante cada descarga, levantándose siempre, sin escapatoria regresa al bosquecillo y sin saber como, desaparece.


Lo buscan hasta que cae la noche sin encontrar rastro alguno, pero, como creen que lo han matado dejan para el día siguiente la búsqueda del cadáver.


Aún no ha amanecido y unos 200 hombres, armados, exploran los matorrales, apartan ramas y registran cada montón de hojas caídas, sin resultado, la búsqueda se interrumpe al saberse que dos mujeres, las cuales han salido al campo al oír las noticias de que el animal ha sido muerto, lo han visto pasar........ cojeando.


Dos días después un joven de Rimeize es encontrado completamente ensangrentado con la piel del cráneo arrancada y el costado abierto, ese mismo día una niña de Fontan es mordida en la mejilla y en el brazo por el misterioso animal.



Y para colmo en un campo cerca de la residencia del señor de Morangiès, encuentran el cadáver despedazado de una joven de 20 años.


El Gévaudan se desespera, de los casi 10.000 cazadores que se han unido a la cacería, no hay ninguno que no considere, visto lo visto, que todo intento de dar caza al animal es inútil.


El animal, al que mucha gente ha visto y que no es un lobo como pretenden hacer creer las autoridades, tiene el tamaño de un asno o un ternero, el pelo rojizo, la cabeza grande y parecida a la de un cerdo, su boca siempre esta abierta, las orejas son cortas y rectas, el pecho blanco y ancho, la cola larga y con la punta blanca, algunos aseguran que sus patas traseras tienen cascos como los caballos.



Otras descripciones le señalaban como un enorme lobo de aspecto muy extraño, con el lomo rayado y una línea negra desde el cuello hasta la cola, el color de su cuerpo era rojizo, con el morro afilado, una cola muy larga, fuerte y extraordinariamente móvil y con unas fauces desmesuradas.



Y el pueblo empieza a referirse al animal como la Bète, la Bestia, y ésta, parece estar en todas partes, pues en un mismo día la ven en distintos lugares, separados uno de otro unos 33 kms, los que la han visto dicen que le gusta erguirse y hacer pequeñas muecas, y que, cuando es acosada, cruza los ríos en dos o tres saltos, otros, la han visto caminar sobre el agua sin mojarse, asegurando haberla oído hablar y reír, también se cuenta que cuando una madre regaña a su hijo, amenazándolo con la Bestia, ésta, llega y apoya sus patas delanteras en el marco de la ventana, contemplando al bebé en cuestión, las historias se suceden.......



La Bestia no obstante, tiene un comportamiento extraño, pues no devora a sus victimas, las desgarra, les arranca el cuero cabelludo, les chupa la sangre y se come el corazón, el hígado y los intestinos.


A estas altura las noticias sobre la Bestia se propagan con rapidez y de los periódicos de Clermont y Montpellier, saltan a las gacetas de París, convirtiendo a la Bestia en la comidilla de la villa y corte.


Hasta que el mismo Luis XV, decide tomar cartas en el asunto, ordenando el uso de las tropas de choque, enviando para ello 4 compañías de caballería, los famosos "Dragones" la élite del ejército real, y así, el infatigable capitán Duhamel, siguiendo instrucciones y al mando de los dragones, instala su cuartel general en Saint-Chély-d'Apcher, donde reúne a los señores de Saint-Laurent y de Lavigne, que eran por aquel entonces los tiradores más afamados de la región, y allí les explica que va a realizar una campaña consistente en ocho grandes batidas por la región, prometiendoles asimismo una generosa recompensa de dos mil libras, que mas tarde, se ampliaría a seis mil, a aquel que lograra acabar con la Bestia.


Las iglesias de todos los pueblos afectados se hacen eco de esta noticia, algo que reconforta el ánimo a los desolados campesinos.


Las batidas se realizan siguiendo el plan de Duhamel entre los días 20 al 27 de Noviembre, son ocho días de intensa búsqueda, en la que el Capitán de una de las compañías en su descripción del encuentro con la Bestia asegura que es tan grande como su caballo e infinitamente más ágil y rápida, sorprendiendole que tras tratar de abatirla a tiros las balas no son capaces de atravesar su piel.


Cansados regresan a su acuartelamiento, cuando entonces se les comunica que la Bestia a sido vista cerca de Sainte-Colombe-de-Peyre, apenas 16 kms., donde ha matado a cinco niñas, una mujer y cuatro niños, la Bestia perece reírse de ellos y la desesperación se apodera de todos.



Los esfuerzos de los "dragones" eran en vano, no solo se debían enfrentar al difícil duelo de encontrar a la bestia además tenían otros duros competidores, los caza recompensas, que atraídos por el precio que se puso por dar fin a la vida de la bestia les tendían emboscadas y les confundían con pistas falsas.


La gente empezaba a sentirse muy asustada, ni la participación del Rey había conseguido aplacar a la bestia.


Los clérigos aprovechaban para hacer su campaña diciendo que la bestia solo atacaba a las jóvenes más lascivas, los nobles acusaban a los gitanos pues decían que alguna de las bestias de su circo debía haber escapado.



También se apunto a un terrateniente que había recorrido África con una compañía comercial, criaba mastines asilvestrados, lobos, leones y tigres.



El pueblo llegó a pensar que había cruzado a estos animales hasta "crear" a la bestia.




Así las cosas el obispo de Mende dedica una pastoral de esta desolación y se elevan plegarias desde todas las diócesis para que Dios envie a un nuevo San Jorge, que acabe con la Bestia.




Mientras, la Bestia, sigue matando y en el pueblo de Saint-Méry acaba con Delphine Courtiol, madre de familia, es el 6 de Enero de 1765, la gente asegura que es la víctima numero 60, sin contar los numerosos heridos o lisiados que ha dejado atrás en estos seis meses.


El 12 de Enero de ese mismo año, ocurre un suceso que conmueve a Francia.


André Portefaix un pequeño pastor de apenas 12 años, del pueblo de Chanaleilles, cuida de sus animales en la montaña, acompañado de sus amigos, cuatro niños y dos niñas menores que él, todos llevan palos en cuyos extremos han clavado unas cuchillas, por miedo a la Bestia.


De repente una de las pequeñas da un grito, la Bestia acaba de aparecer de detrás de un arbusto a unos pasos de ella, inmediatamente los pequeños se aprietan unos a otros, mientras la Bestia gira alrededor de ellos echando espuma por la boca, los niños intentan defenderse a golpes, más la Bestia lanzándose, coge a uno de ellos de la garganta y lo arrastra llevándoselo, es Joseph Panafieux de tan solo ocho años, André no lo piensa y persigue a la Bestia, lanzandole varios golpes que le obligan a soltar a su presa, no sin antes arrancarle la mejilla y comérsela allí mismo de un bocado, mientras tanto los niños se han reagrupado, pero la Bestia los ataca de nuevo derribando a una niña con un golpe de su hocico y mordiendo en los labios a otro niño, Jean Veyreir, al que agarra del brazo arrastrandolo consigo, en esto uno de los niños grita que deberían sacrificarlo y huir mientras la Bestia se lo come.


André, les dice que, o salvan a su compañero o mueren todos, y los pequeños le siguen, incluso Panafieux, cegado por la sangre que mana de su mejilla, así unidos pinchan a la Bestia con sus palos, intentando reventarle los ojos, haciéndola retroceder hasta una ciénaga, en la que hundiéndose, suelta al niño, momento que aprovecha André para colocarse entre los dos, golpeando a la Bestia con su palo en el hocico obligandola a retroceder, hasta que por fin logra hacerla huir.


El informe oficial de la hazaña realizada por los niños, llegó al obispo de Mende, que inmediatamente lo remitió al rey, éste al conocer la noticia, concedió 300 libras a cada uno de los 7 niños, ordenando que André fuera educado a cargo del Estado.


Ahora toda Francia se hizo eco de la hazaña, a través de revistas, canciones e ilustraciones y si André Portefaix se hizo famoso, la bestia aún más.


Y así desde todas partes salieron héroes para acabar con la bestia y hasta el más humilde cazador soñaba con llevarse la recompensa de 9.400 libras que el rey ofrecía.


Se idearon muchas estratagemas como la idea de fabricar "mujeres artificiales" que se clavarían en picas en las lindes de los bosques que frecuentaba la bestia, la cosa consistía en "un saco de piel de oveja que simulaba el cuerpo de una mujer, otros dos más delgados simulando las piernas y una vejiga pintada a modo de cara rellena de sangre fresca mezclada con tripas envenenadas".


También se propuso escoger a 25 valientes que harían de cebo cubiertos con pieles de león, oso, leopardo, ciervo, ternero, cabra, jabalí y lobo, además debían llevar un gorro erizado de cuchillas, una cajita en la que llevarían 12 onzas de grasa de cristiano o de cristiana mezclada con sangre de víbora y por si fuera poco armados con tres balas cuadradas previamente mordidas por los dientes de una niña pequeña.


Otro ideó una máquina compuesta por 30 fusiles con sendas cuerdas atadas a los gatillos y que se debía poner en marcha con los movimientos de un ternero de seis meses que haría de cebo.


Mientras tanto, la Bestia seguía a lo suyo y cada vez era más osada, así el 15 de Enero en el pueblo de Crèzes, despedazó a Jean Châteauneuf, un niño de 14 años, al día siguiente, mientras su padre desconsolado estaba en la cocina, la Bestia apoyada con sus patas en el marco de la ventana lo observaba, se cuenta que podría haberla cogido por las patas, pero no se atrevió.


El 2 de Febrero en el pueblo de Saint-Amat, mientras los campesinos asistían a misa la vieron cruzar el pueblo, husmeando por todos los lados, intentando entrar en las casas en busca de niños, pero, al estar todas las puertas bien cerradas, se marchó de allí.


Era ya demasiado y el capitán Duhamel organizó un gran cacería en la que participaron 73 parroquias y los señores de la región acudieron con sus campesinos, en total se calcula que 20.000 hombres respondieron a la llamada, poniéndose en marcha el 7 de Febrero.


Al estar la región cubierta de nieve fue fácil encontrar la pista de la Bestia, siguiendo sus huellas, hasta que 5 campesinos de Malzieu la divisaron, disparando sobre ella, la Bestia cayó dando un gran aullido, para levantarse inmediatamente y desaparecer.


Al día siguiente se encuentra el cuerpo de una niña de 14 años, a la que, de un mordisco, le ha sido cercenada la cabeza, los desesperados cazadores hacen con el cuerpo de la niña un señuelo, que colocan en un lugar estratégico en el que apostan unos hábiles tiradores bien ocultos, la Bestia, recela y no aparece.


La frustración fue inmensa, pues, a las inútiles cacerías, se unía las exigencias de los dragones con los gastos que su estancia imponía a los habitantes de la región, arruinándolos, mientras que el miedo hacia que la gente no se atreviera a llevar el ganado a los pastos, ni a transitar por los caminos sola, quedando también los mercados desiertos.


Entonces pareció que había una esperanza, pues desde Normandia, el caballero Denneval, considerado como el mayor cazador de lobos del reino, se contaba que había matado más de 1.200, el cual afirmaba que la Bestia le quitaba el sueño, se presentó en Versalles ante el rey Luis XV, ofreciéndole sus servicios que éste aceptó.


Denneval, juró al rey que mataría a la Bestia y se la entregaría disecada en Versalles, para que toda la corte fuera testigo de su triunfo.


Así Denneval acompañado de su hijo, dos piqueros y de seis enormes Dogos, emprendió camino, camino que recorrió en pequeños tramos, para no fatigar a sus perros, mientras, la Bestia aprovechaba para devorar niños, uno por día, total, una veintena de ellos.


Así el 19 de Febrero de 1765 llegó a Saint-Flour, donde meticuloso, demasiado, empezaban a pensar los habitantes, empezó sus preparativos.


Cuidadosamente y sin prisa, exploró detenidamente la región, señalando aquí y allá los pasos de la Bestia, constatando también que cada uno de sus saltos tenia una longitud de 28 pies, (unos 8 mtos.) "esta Bestia no será fácil de atrapar", concluyó.


Sin embargo sus perros venían de camino y no podía empezar la caza sin ellos, tampoco quería rivales, dando a entender que no haría nada si el capitán Duhamel y sus dragones no se retiraban, los campesinos pataleaban de impaciencia.


Las disputas por este tema se alargaron y la Bestia no ayunaba, devorando en Ally, el 4 de Marzo, a una mujer de 40 años, el 8 de Marzo a una chica de 20 en Fayet, despedazando el 11 de Marzo, en un cobertizo de Mallevieillette, a una niña de 5 años, continuando con sus fechorías los días 12, 13 y 14 de ese mismo mes, llamando la atención que estas muertes ocurrieron en lugares tan alejados unos de otros que no se explicaba la rapidez de sus movimientos.


Este vagabundeo por toda Francia, inspiraba tanto terror que al ocurrir algunos hechos similares en los alrededores de Soissons, se afirmaba que la Bestia estaba asolando al mismo tiempo Auvernia y Picardía.


La Bestia devoraba gente, Denneval no quería competidores y Duhamel no quería abandonar el lugar.


Así estaba la situación, hasta que Duhamel con sus dragones abandonó la región, contrariado por tener que dejar la victoria en manos de su rival.


Ahora nadie dudaba que Denneval, con libertad de movimientos, mataría pronto a la Bestia.


Durante tres meses trató en vano de darle caza, sin conseguirlo, los 10.000 campesinos que le seguían no consiguieron más que dar muerte a una pobre loba de apenas 40 kilos, en cuyo vientre solo encontraron pelos de liebre y algunos trapos.


Desesperado recurrió a procedimientos indignos de un gran cazador como él, envenenó un cadáver y lo usó como trampa en los alrededores de un bosque donde se le señaló la presencia de la Bestia, con el resultado de que la Bestia despedazó el cadáver dándose un buen festín, sin que el veneno pareciera que le sentara mal.


Y así después de tantas batidas, emboscadas, tiroteos y trampas, los cazadores más diligentes se desanimaron, Denneval se lamentaba de estar mal apoyado y los campesinos se reían de él, considerando que era incapaz de matar un solo conejo, ante tal crispación, incluso la correspondencia oficial le reprochaba el tener demasiado cuidado con sus pasos, su honor y sus perros.


En esa época la Bestia se deja ver a diario, sin privarse de nada, en la Clause mata a Gabrielle Peissier, una niña vestida de primera comunión a la que decapita, dejando la cabeza en tal posición que cuando la encuentran creían que estaba dormida.


El 18 de Abril, mata a un joven vaquero de 12 años, desangrandolo con haría un carnicero, comiéndose las mejillas, los ojos, los muslos y dislocandole las rodillas.


En Ventuejols, degüella a una mujer de 40 años, para más tarde matar a dos niñas a las que chupa toda la sangre y les arranca el corazón.


Es la primavera de 1765 y no hay aldea de la región en la que los registros parroquiales no contengan menciones de este tipo:
"Acta de sepultura del cuerpo de......devorado en parte por la Bestia....."


La Bestia, vigilada, seguida, tiroteada, envenenada, aparecía cada día como si se divirtiera del pánico que causaba, burlándose de la gente, de las balas y del veneno, provocando a sus posibles víctimas emboscándose en un arbusto, erguida sobre sus patas traseras y gesticulando con las delanteras.


Su fama creció tanto que una revista de Londres publicó irónicamente que había derrotado a un ejército francés de 120 mil hombres, devorando a 25 mil jinetes y a toda la artillería, para después ser vencida por una gata a la que le había devorado las crias.


Era la gota que colmó el vaso y Luis XV, decidió que ya era hora de acabar con esta historia, por lo que ordeno al señor Antoine de Beauterne, su capitán de arcabuceros, que partiese inmediatamente al Gévaudan, con la misión de enviarle lo más rápidamente posible el cadáver de la  Bestia a Versalles.


Al conocerse la noticia el pueblo llano pareció por fin respirar, ya que la Bestia iba a morir porque así lo deseaba el rey, una vez más.


Y el 22 de Junio de 1765, el señor de Beauterne llegó a Saugues, con su hijo, sus innumerables criados, sus guardias, sus lacayos y un sinfín de sabuesos y lo primero que hizo el arcabucero real fue despedir a Denneval y a continuación requisó a varios hombres para cargar con su equipaje y cuidar de sus perros.


Mientras el señor de Beauterne actuaba seguro de que solo con su presencia se acabaría con la bestia, esta iba a lo suyo y el 4 de Julio, Marguerite Oustalier, una anciana que hilaba con su rueca en un campo próximo a Broussoles, apareció muerta con la piel del rostro arrancada.


Como arcabucero del rey, Teniente de sus cazadores y Caballero de San Luis, el señor de Beauterne, permaneció impasible, organizando algunos reconocimientos que fueron infructuosos, ahora bien, los campesinos estaban más que hartos y no tardaron en hacerle saber que les salia muy caro y que no hacía más que los otros que lo habían intentado, tuvo bastante y después de tres meses de fiestas, vacilaciones y de vivir como un rey a costa de los sufridos campesinos, le vieron marchar con todo su séquito y su inmenso equipaje.


Ahora bien la sorpresa fue mayúscula cuando se supo que marchaba hacia una zona de Auvernia  en la que nunca se había reportado la presencia de la Bestia, pero el señor de Beauternes haciendo caso omiso se instaló en un bosque cercano a la abadía de Chazes, donde abundaban los lobos.


Y el 21 de Septiembre de aquel año, el señor de Beauterne apostado en el bosque vio como un animal de gran tamaño se dirigía hacia él, la boca abierta y los ojos inyectados en sangre, no tuvo dudas, ¡era la Bestia!, disparó alcanzándola en un ojo, aun así, se levantó y una segunda bala, esta vez en el cuerpo, acabó con ella.


El animal media 1'60 de longitud con un peso de 60 kilos, con unas patas y unos dientes enormes según crónicas de la época, no obstante no dejaba de ser un simple lobo, grande eso sí, pero un lobo, que fue trasladado triunfalmente a Sauces donde un cirujano de apellido Boulanger procedió a realizar la autopsia, mientras se buscaron a unos niños que, interrogados por el señor de Beauterne declararon que era la Bestia.


No se necesitó más y el intendente de Auvernia, señor de Ballainvilliers, escribió una entusiasta carta al Rey para "agradecerle que se hubiera dignado a socorrer a su buen pueblo del Gévaudan".


Los restos de la "Bestia" fueron llevados a Clermont, donde fue disecada y enviada a la corte que se hallaba en Fontainebleau; el rey al verlo se rió de la simpleza de sus campesinos que habían transformado un simple lobo en una bestia apocalíptica.  


Antoine de Beauterne, capitán de arcabuceros real, teniente de cazadores reales y caballero de San Luis, fue condecorado con la gran Cruz de la Orden de San Luis además de mil libras de pensión, su hijo fue recompensado con el mando de una compañía de caballería, sin contar la fortuna que hizo exhibiendo en París a la "Bestia del Gévaudan"; diez años después aún era mostrada en las ferias de provincia.


Oficialmente la Bestia estaba muerta.


En el Gévaudan, no obstante y con el debido respeto a las autoridades, la gente incrédula, pensaba que el señor de Beauterne no era más que un farsante, que había matado un lobo y que por supuesto no era "la Bestia".


Se contó entonces que, Marie Jean Vallet, una criada del cura de Paulhac, hirió de muerte a la bestia con una bayoneta cuando ésta se disponía a atacarla, de nuevo se la dio por muerta por las graves lesiones que dijo le había proferido, hasta que meses más tarde, posiblemente ya recuperada, volvió a atacar a otros pueblerinos.
                                           

El tiempo pasó y efectivamente de la Bestia no hubo noticias, hasta que, con las primeras nieves caídas desapareció una niña en Marcillac y más tarde apareció una mujer en Sulianges  de la que solo se encontraron las dos manos.


En los registros parroquiales los curas siguieron escribiendo: "He enterrado, en el cementerio del pueblo, los restos de ....... devorad@ por la Bestia feroz que recorre la región".


La Bestia había retomado su errante camino y a partir del 1 de enero de 1766 se la veía todos los días, no se equivocaban los campesinos del Gévaudan, seguía llevándose niños y mujeres como antes y como antes acudía a los pueblos, donde, apoyando las patas sobre el marco de las ventanas miraba en las cocinas, y no, no era un lobo, cualquiera lo habría declarado bajo juramento.


Dos sucesos en ese año fueron de boca en boca, en el primero dos niñas que jugaban delante de su casa fueron atacadas de improviso por la Bestia, agarrando a una de ellas con los colmillos, la otra niña intentando defender a su hermana saltó sobre la bestia, al oír sus gritos, los aldeanos corrieron en su ayuda, pero, era demasiado tarde, las encontraron muertas, una decapitada y la otra con el rostro despedazado.


Más extraño fue el segundo suceso donde un campesino llamado Pierre Blanc, contaba que durante tres horas estuvo luchando con la Bestia, viéndola de cerca y afirmando que se levantaba sobre sus patas traseras para así lanzar mejor sus zarpazos y que parecía "abotonada bajo el vientre".


La región del Gévaudan se había quedado sola, el intendente de la provincia no quería caer en desgracia recordando un asunto que en Versalles ya estaba cerrado, ningún cortesano se iba a arriesgar a importunar al rey con el tema y menos a insinuar que le habían engañado, la Bestia para la corte estaba muerta, el señor de Beauterne la había matado, además su cadáver disecado se mostraba en París y eso era definitivo, así que, no había nada por lo que insistir.


Y la Bestia siguió haciendo de las suyas impunemente durante un año y medio, donde se reportaron muchas desapariciones y muertes trágicas, hasta que el 19 de junio de 1767 y después de una gran peregrinación a Notre-Dame-des-Tours, a la que acudieron todas las parroquias de la región, el Marqués de Apcher uno de los señores del Gévaudan harto de la situación organizó una gran batida...... una más de tantas.


En la batida participaba un hombre de 60 años, rudo, fuerte y honesto de nombre Jean Chastel originario de Darmes, cerca de Besseyres-Sainte-Mary.


Jean Chastel estaba apostado en Sogne-d'Auvert, cerca de Saugues, con sus perros y su viejo fusil que había cargado con dos balas "benditas", mientras esperaba recitaba letanías, hasta que de improviso vio como la Bestia se acercaba a donde él se hallaba, guardó su libro de oraciones y plegó sus anteojos en el estuche, la Bestia estaba quieta, parecía esperar, apoyó el fusil en el hombro y disparó......la Bestia cayó inmóvil, los perros corrieron al sonar el disparo.......estaba muerta.


El cuerpo de la Bestia fue cargado a lomos de un caballo y trasladado al castillo de Besques donde se examinaron los restos y no, no eran de un lobo, sus patas, sus orejas y su enorme boca eran de algo totalmente desconocido.  


El cadáver fue paseado por toda la región, más tarde lo pusieron en una caja y Jean Chastel partió con él a Versalles, pues pensaron que allí los científicos sabrían de que animal fantástico se trataba y de paso se descubriria que el señor de Beauterne había engañado al rey, el viaje se realizó en el mes de Agosto y el calor acabó por descomponer los restos, tal era así que tuvieron que enterrarlo a toda prisa sin que nadie lo examinara, no obstante, Jean Chastel fue presentado al rey que, en tono jocoso se burlo de él, el pobre hombre siempre creyó que había sido objeto de una intriga de la corte, pero, no se atrevió a protestar y regresó cabizbajo a su tierra, donde el recaudador de impuestos le hizo entrega por orden real de una gratificación de 62 libras.


En cambio en el Gévaudan, menos ingrato que Versalles, se convirtió en un héroe y su nombre aún es recordado.



En la Sogne-dÁuvert aún se asegura que en el lugar donde la Bestia fue abatida "la hierba no crece más alto una estación que la otra, siempre rojiza y que ningún animal quiere pastar de ella".  


Aparte de lo "novelado" de estos hechos, hay documentos oficiales que describen los crímenes llevados a cabo por la Bestia.


De hecho procede de esta historia la idea colectiva de que solo se puede matar a un hombre lobo con balas de plata, pues a partir de la muerte de la Bestia con balas creadas fundiendo medallas de plata de la Virgen María, los asesinatos acabaron.


Cuando se leen los documentos de la época, los testimonios no hablan de lobo(s) y esa gente debía conocerlos muy bien.


Hablan de la Bestia.


Viendo las ilustraciones a menudo nombran al animal como una hiena, es probable, aunque las hienas son inconfundibles, que protegido por una coraza como las que se usaban para los perros de guerra y por supuesto seguían las ordenes de uno o varios humanos.


En cuanto a los lobos, si tenían hambre, pudieron llegar después, para comerse los cadáveres.


Nunca un lobo ha sido una amenaza seria para el ser humano, y más alucinante todavía es pensar que uno solo de estos animales, que suelen atacar en grupo, se atreva a eliminar a unas cien personas con el sadismo y saña del que se servía esta Bestia.


Lo que es seguro es que había humanos, por lo menos en parte de los crímenes ya que las victimas, mujeres y jovencitas, aparecían completamente desnudas y con señales de violación.


Muchas de ellas decapitadas con la cabeza bien visible, lejos del cuerpo.


A una joven incluso le pusieron en el cuello su medalla de oro.


Un autentico horror.


En 1901 el abad François Fabre realizó el primer estudio serio del caso, demostrando documentalmente que las víctimas fueron 70, en su mayoría mujeres jóvenes y niñas, además de otros 76 ataques y 27 heridos por enfrentamientos con el animal.


En las autopsias realizadas en aquel entonces a los cadáveres se hallaron pruebas de agresión sexual en muchos de los cuerpos de mujeres y niñas mutiladas por el enigmático asesino/s, lo cual muchos achacaban a que la Bestia realmente no era un animal, sino uno o varios psicópatas que habitaban en el bosque o incluso algún señor feudal que agredía y violaba a las jóvenes campesinas en los desolados prados de la región.


Muchos de los lugareños creían que la Bestia era un ser sobrenatural o la encarnación de la Bestia del Apocalipsis, se culpó, también, a los cíngaros y nómadas que cruzaban el territorio por haber dejado escapar alguna fiera de sus circos o de haber hechizado algún animal, incluso muchos creían firmemente que era un hombre-lobo.


También podría tratarse de un cruce híbrido entre un perro grande y un lobo, práctica mas o menos habitual entre los criadores de perros de pelea que “vestían” a sus animales con piezas de cuero y metal para evitar heridas, lo que explicaría el mito de que le “rebotaban las balas”.


La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños (aunque no todas), lo que podría hacer creíble pensar que una o más personas, aprovechándose de las circunstancias, dieran rienda suelta a sus peores instintos, violando, asesinando y mutilando a varias de las víctimas atribuidas a la bestia.


Los restos de estos crímenes, abandonados en los bosques no tardarían en ser localizados y devorados por animales que pudieron cargar con la culpa de la autoría de los hechos.


Desgraciadamente esto no explica porque algunas de las víctimas eran hombres, otras no sufrieron abusos, y lo que es más importante, hubo gente que sobrevivió a los ataques y que describió a un único animal enorme como responsable.


Lo más probable es que la auténtica razón pudiera ser una combinación de alguna de las anteriores (los animales no violan niños), alimentada por el fanatismo y el miedo, que convirtieron a un animal hambriento que cazaba personas en una bestia infernal, la bestia de Gévaudan.


Al menos bastantes muertes de las atribuidas a la bestia debieron ser causadas por humanos que aprovechando el terror de la zona, disimulaban sus matanzas y crímenes dejando los restos a los lobos de la zona.


Esto es evidente cuando en un mismo día o con diferencia de pocas horas 2 o más crímenes eran producidos a distancias considerables de cientos de kilómetro y por las evidentes señales de violación en algunos casos de mujeres y niños.


Uno de los rumores más extendido fue que un joven de carácter retraído, que vivía aislado en el bosque desde los 19 años criando perros asilvestrados y otras alimañas, había creado mediante "cruces" alguna especie de bestia asesina.


Curiosamente este joven, Antoine Chastel, era hijo de Jean Chastel, veterano cazador y desde el principio gran perseguidor de la Bestia, a la que dio caza, como ya sabemos de un solo disparo con una bala fundida a partir de dos medallas de la Virgen María.


Según consta en el acta notarial y en los archivos departamentales de Puy-de-Dôme, en la autopsia que se realizó a la Bestia se pudo apreciar la presencia de numerosas cicatrices, posiblemente a causa de los enfrentamientos que tuvo con los campesinos y al serle abierta la cavidad abdominal fueron extraídas las vísceras de un animal, unos huesos de cordero y la cabeza y el fémur de un niño.


En el interior de la cavidad craneal, se halló un minúsculo cerebro en proceso de descomposición, mientras que el resto era una masa ósea espesa, donde se sujetaban los músculos de una potente mandíbula.


Siendo certificada la causa exacta de su muerte asi:

"Por una bala disparada por el fusil del llamado Jean Chastel, la cual traspasó la nuca del animal y arrasó las cuatro primeras vértebras".


En 2001, el director francés Christophe Gans llevó la historia de la Bestia a la gran pantalla en la película “El pacto de los lobos“.


Jugando con los hechos reales y las invenciones del guión, elaboró una nueva e ingeniosa teoría, Gans postula la posibilidad de que los grandes lobos muertos en 1767 no fuesen de verdad la Bestia, sino que éstas capturas fuesen un fraude cometido por el propio Luis XV para acabar con el problema de cara a la galería.


Según la película, el verdadero responsable sería realmente una bestia entrenada desde la infancia por el noble Jean-François de Morangias, destacado durante unos meses en Senegal y que a la vuelta se había traído una camada de cachorros de lupus alimonatis tras matar a su madre.


Morangias, miembro de una sociedad secreta tradicionalista llamada El Pacto de los Lobos, con importantes miembros en la nobleza local y la Iglesia, pretendía con ello socavar el prestigio de la Corona y causar la caída del rey, acusado de ser demasiado moderno por los estamentos tradicionales.


Aunque la verdad es que la realidad casi siempre supera la ficción.



Dicen las malas lenguas, que en la región, todavía se guarda el secreto de quien/es fueron los culpables.


Sea como fuere, hasta ahora, no se ha logrado determinar la naturaleza de este ser, en este caso, los documentos históricos se confunden con el mito popular y el propio folclore del pueblo, que incluso hoy en día, consideran como cierta la teoría de la presencia de un extraño ser que habitó en sus tierras.



Pero....los ataques ocurridos en Gévaudan no fueron casos aislados.


 -Un siglo antes, en 1693, ocurrieron ataques similares en Benais, donde hubo cerca de 100 víctimas, la mayoria mujeres y niños.


 -La bestia responsable fue descrita de forma muy similar a la de Gévaudan.


 -Durante los sucesos de Gévaudan fue vista una bestia el 4 de agosto de 1767 en Sarlat, una región con cuevas prehistóricas situada cerca de Gévaudan.


 -Cuatro decadas después, entre 1809 y 1813, hubo más ataques en Vivaris, donde hubo al menos 21 víctimas (niños y adolescentes).


 -Entre 1875 y 1879, hubo más ataques en L'Indre.


 -Curiosamente todos estos ataques ocurrieron durante periodos de 4 años.


 -Existen informes de ataques por parte de criaturas similares hasta 1954.


Es imposible separar los hechos acontecidos de la leyenda.


Lo cierto es que, la Bestia de Gévaudan, sin importar qué es mito y qué es historia, permanece oculta, indefinida, en los bosques de la memoria.



"El que lucha con monstruos debe cuidar que en el proceso no se convierta en uno de ellos, cuando miras dentro del abismo, el abismo también mira dentro de ti".

F. Nietsche   

   



Buenas noches y buena suerte.



Antonio Ruiz Vega de Próximo Milenio

viernes, 12 de febrero de 2010

Gea

En el principio, Gea, diosa de todas las cosas, surgió desnuda del Kaos, pero no encontró nada sólido en que apoyar los pies, y en consecuencia, separó el mar del firmamento, danzando solitaria entre las olas.

Del firmamento surgió Urano.


Entonces Gea, la tierra, y Urano el cielo, se unen y de su unión, Gea queda preñada.

Lleva en su seno a los tres Hecatónquiros, o Centímanos, monstruos que fueron condenados por su padre a guardar las puertas del Tártaro.

También a los tres Ciclopes primigenios, las 7 Titánides y los 7 Titanes.

Pero, todos están dentro de su vientre, sin poder salir, por ello Gea le entrega al Titán Cronos, uno de sus hijos, una hoz con la que castra a Urano, su padre.

Es este el momento en que todo lo creado en el seno de Gea es liberado y cuando el tiempo (Cronos) libre al fin, empieza a correr, es el momento de la gran explosión, es el Bing-Bang.

jueves, 11 de febrero de 2010

Dieta milagrosa

Esta es una de las dietas más rápidas y radicales del mercado.




Un numeroso grupo de los más cualificados especialistas en nutrición, avalan los resultados de la misma.







 

miércoles, 10 de febrero de 2010

Glaciares

El cementerio de los glaciares, es una de las atracciones más impresionantes del mundo para todos aquellos que se animan a llegar hasta esta maravilla de la naturaleza en la Antártida.


Estas enormes columnas del Canal de Lemaire, esculpidas con acuosos cinceles a causa de las corrientes marinas nada tienen que envidiar a los arquitectos antiguos.


En un proceso único, enormes fragmentos de glaciar quedan atrapados en este canal para ser lentamente desintegrados por la incesante acción de las corrientes marinas.


Según describe Mark Brandon, oceanografo polar, esto ocurre porque el agua profunda al estar más caliente que la de la superficie va derritiendo el hielo a un ritmo acelerado, esto y las corrientes en círculos del canal forman arcos y columnas y, que al perder masa el fragmento glaciar salen uniformemente a la superficie, donde el aire frío mantiene la estructura de las mismas.

martes, 9 de febrero de 2010

Español o Castellano

 Para muchos en España se habla el Español y con ello se refieren al castellano, olvidando y menospreciando las demás lenguas españolas.






lunes, 8 de febrero de 2010

Esculturas inusuales XXVII

 


El Ángel del Norte, es una escultura diseñada por Antony Gormley, y se encuentra en Gateshead, Inglaterra.


De 20 metros de altura y 54 de ancho, este inmenso ángel cuyas alas están inclinadas unos grados hacia dentro, creando la sensación de querer abrazar a cuantos se acercan a ella, pesa  208 toneladas y está hecha de acero resistente al clima, constando de tres partes, el cuerpo de unas 100 toneladas y las dos alas de unas 50 toneladas cada una.


Debiendo soportar vientos de hasta 100 km/h, sus cimientos se adentran en el suelo 20 metros, tantos como tiene de altura y tiene un fuerte base de hormigón.


El cuerpo está vacío y se accede al interior por una puerta que hay en el hombro.


Construido en 1998, con dinero proveniente de la Lotería Nacional, inicialmente suscitó quejas y rechazos, hoy día es un símbolo y un ícono que rinde homenaje a la herencia industrial del noroeste de Inglaterra.





El Ángel del Norte en Miniland, Legoland Windsor.

Un vídeo

domingo, 7 de febrero de 2010

La ciudad Ideal


Con motivo de la victoria sobre los turcos la República Veneciana decidió crear un pueblo único.

Así el 7 de Octubre de 1593 en la región de Friuli a unos 120 Km,s de Venecia y junto a la frontera con Eslovenia nació este pueblo como recuerdo del poder veneciano.


Obra del ingeniero Vicenzo Scamozzi, Palmanova era una ciudad fortificada al estilo "traza italiana" desarrollado a finales del siglo XV y principios del XVI para defenderse de la artillería.


Siendo un tipo de edificación tan eficiente, en su época, que su uso se expandió por toda Europa, influenciando así la estrategia militar.

La ciudad parte de un trazo radial geométrico en el cual se disponen seis plazas sobre tres de los ejes de su composición y una central de mayor dimensión, estos trazos geométricos partiendo de tres ejes determinan, primero, un hexágono y segundo, hacia afuera un polígono regular de nueve lados.

Es por ello un ejemplo renacentista de la ciudad bella, pero el aspecto total sólo puede verse desde el aire.




Si bien hoy día las murallas no existen, los edificios de Palmanova siguen formando una estrella de nueve puntas.