miércoles, 20 de octubre de 2010

La Hallgrímskirkja





Dedicada al poeta islandés Hallgrímur Pétursson, la Hallgrímskirkja es una iglesia de culto luterano, situada en Reikjavik, Islandia.














Hallgrímskirkja, que literalmente quiere decir iglesia de Hallgrímur, fue construida en 38 años, (1948-1986) y con sus 74,5 metros es el edificio más alto de Islandia, aunque no es la estructura más alta, pues, la torre de radio de Hellisandur mide 412 metros.













Situada en el centro de la ciudad de Reikjavik es uno de los símbolos más representativos de ella, construida en estilo expresionista, similar a las de Dinamarca, esta inspirada en una parte de la isla donde las rocas adoptan esta peculiar forma, siendo tambien usada como un observatorio y es
visible desde todas las partes de la ciudad.














Enfrente de la iglesia se encuentra la estatua del conquistador Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo.

domingo, 17 de octubre de 2010

Tortura I







A lo largo de la historia, el ser humano ha usado, usa y usara todo tipo de torturas, haciendo sufrir a sus iguales para obtener a cambio información y bienes o simplemente para demostrar su "superioridad".


Una de ellas es el "tenedor de los herejes", mecanismo muy usado por la Inquisición española, para hacer "confesar" a los herejes, que si bien fue una de las más "light", es fácil imaginar el suplicio que representaba el estar en una situación similar.

Esta tortura, refinada en si, consistía en colocar a la persona un collar metálico que a su vez presentaba un tenedor de doble punta, de modo que una de las puntas quedaba apoyada en el esternón y la otra amenazaba la barbilla, aunque eso si, estaban diseñadas de tal manera que el reo pudiera murmurar su "confesión".


Y así cualquier intento por bajar la mirada por parte del reo, terminaba haciendo que las puntas del tenedor penetrasen en la carne, algo que los "hábiles" torturadores sabían que no llegaría a matarlo, pero sí lo haría sufrir bastante.


Para complementar, los torturadores se encargaban de evitar que la víctima se acostara o buscara una posición cómoda, atando el reo al techo.

Generalmente la acumulación del cansancio, la fatiga, el hambre, el sueño, el dolor… hacia que el reo se derrumbara y así la muerte se producía a causa de la "confesión" ya que los así tratados lo confesaban, todo, todo, todo y normalmente iban de inmediato a la hoguera.