jueves, 5 de julio de 2012
Soldadito
Mi materia es tóxica, se lamenta el soldadito de plomo.
Los juguetes lo señalan y todo recuerda un paredón de fusilamiento.
Al fondo un muñeco de plástico verde que lleva granadas espera su turno.
El peluche favorito ensaya su mejor sonrisa y la peonza baila torpe una danza macabra.
Se escucha el tañido de una campana.
El soldado mira a la bailarina de la caja de música y, de pronto, cae para siempre.
El costoso juguete piensa.....nadie es feliz siendo un objeto.
Y se lleva un dedo a la boca, callar antes que errar.
El ángel de la guarda, que tiene todas las respuestas, la mira desconsolado, mientras, una mano se apresta a darle un poco más de cuerda.
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