La historia es la siguiente:
Y así nos lo cuenta el Antiguo Testamento; Éxodo 33-19.
Y Yavé respondió: <<>>.
Y añadió Yavé: <
En definitiva, que Dios parece arrepentirse y después de decirle que sí, lo piensa, y decide no enseñarle la cara, optando por enseñarle el culo.
Y me imagino al pobre Moisés, bajando de la montaña y diciéndole a su mujer:
¡Cariño, hoy he visto el culo a Yavé!.
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