jueves, 23 de septiembre de 2010

Atenea


Mi nombre es Atenea, la de ojos brillantes, pero también podéis llamarme Minerva, no me molesta.


Yo nací completamente armada de la cabeza de mi padre Zeus.


Es una extraña historia, pero, los dioses somos así, todo comenzó cuando en la época del viejo Cronos, mi madre, la diosa Metis, “la prudencia” ayudo a Zeus en su rebelión y él se enamoró de ella. Pero cuando supo por un oráculo que la diosa después de una niña, o sea yo, tendría un niño y este seria mas fuerte que su padre y haría lo mismo que él hizo con el suyo, decidió eliminar el problema de raíz.

Y no se le ocurrió otra cosa que comerse a mi madre embarazada, por seguir la tradición. Unos meses después Zeus sintió dolores de cabeza y llamó a Hefesto rogándole que le propinara un hachazo en la cabeza y así fue como nací yo, totalmente adulta y armada.


En el momento de mi nacimiento, la tierra tembló, el mar se encrespó y el sol detuvo su curso (en esa época decían que el sol giraban alrededor de la Tierra)., bueno no voy a discutir eso cada uno que crea lo que quiera, jejjeje.


Luego, Hefesto pidió mi mano a Zeus por la ayuda prestada, pero no quise, jamás pensé en casarme o mejor dicho que me casaran, y menos con Hefesto el dios más feo del Olimpo.


Era una buena época ya que la gente me hacia ofrendas y me ofrecía sacrificios, ahora ya no, snifffff, aunque a mí me lo que realmente me gustan son las ciencias y las artes; por eso enseñé a los mortales a domar caballos, invente la flauta, el arado y el telar, entre otras muchas cosas.


También cure enfermedades y purifique el aire y fui patrona de Atenas, ahora se han olvidado de mí y adoran a dioses milagreros.



Decían que era una divinidad altiva y esquiva, y, que no toleraba mirones, bien, acaso una no tiene derecho a su intimidad, y si no, pregunten a Tiresias al que dejé ciego por espiarme mientras me bañaba en las fuentes del monte Helicón.


Ahora me he ablandado un poco más, será la edad.



La lechuza es mi ave favorita, quizá es por que vive la noche, pensar lo que queráis, me es indiferente.


En cuanto a Troya, uffff, me lo pasé divinamente sacando de sus casillas a la presumida de mi hermanastra Afrodita, aún hoy no me puede ni ver.


Bueno, os he contado un poco mi vida, es que últimamente estoy muy ociosa; ¡hay tan poco que hacer aquí en el Olimpo!.


Y para terminar quiero dejaros un buen consejo: NO ES BUENO DESAFIAR A LOS DIOSES.


Hubo una chica, una tal Aracne, que la muy tonta se jactó de ser la mejor en el arte del bordado, hasta el extremo de desafiarme, a mí, jejeje, y bueno tuve que convertirla en un lindo animal de 8 patas, por esta nimiedad me dicen que soy vengativa, no lo creáis, yo me llevo muy bien con Némesis y Eris.

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