lunes, 7 de diciembre de 2009

Orfeo

Orfeo hijo de Apolo y de la musa Calíope.

Estaba muy dotado para la música y la poesía, siendo un virtuoso de la lira.

No había persona, animal o dios que no se rindiese ante el hermoso sonido que lograba arrancar al instrumento.

Orfeo se enamoró de Eurídice, y no tardaron en casarse, pero el matrimonio duró poco, pues a Eurídice le mordió una serpiente venenosa que pisó cuando trataba huir de Aristeo, el cual pretendía poseerla.

Orfeo desconsolado por la desgracia acaecida, empezó a tañer canciones tan tristes y llenas de melancolía que los dioses se apiadaron de él, permitiéndole bajar al mundo de Hades en busca de su amada.

Así y armado únicamente con su lira descendió al mundo de los muertos y compareció ante Hades y Perséfone, dioses del inframundo, para suplicarles que dejasen volver al mundo de los vivos a su amada Eurídice.

Con su música ablandó el corazón de los soberanos de la tierra de los muertos.

Hades y Perséfone, impresionados por su amor, permitieron a Eurídice regresar a la vida, pero, con la condición de que esta iría detrás de Orfeo en el camino de vuelta y él no podría volverse a mirarla hasta Eurídice hubiera salido del mundo de los muertos y se hallara bajo la luz del Sol.


Lo que no sabía Orfeo era que el camino de regreso era insufriblemente largo.

Orfeo guió a su amada Eurídice, con las notas de su lira.

Manteniendo la vista al frente a pesar de las enormes ansias que le invadían de ver a su amada.

No se volvió a pesar de las súplicas de Eurídice, ni aún cuando los peligros del Inframundo los acechaban.

Una vez en la superficie, Orfeo, al borde de la desesperación, giró la cabeza creyendo que todo había pasado, pero Eurídice aún tenía un pie a la sombra y, en ese preciso instante, se desvaneció en el aire, antes de que pudiera decirle nada.

Orfeo loco de dolor, se retiró al monte Pangeo.

Se cuenta que allí fue despedazado por las Ménades, siervas de Dionisos (rival de Apolo), en una de sus enloquecidas orgías.

Aún así, su cabeza siguió cantando su eterno dolor y fue lanzada al mar, hasta que llevada a la isla de Lesbos y escondida en una caverna, se convirtió en oráculo.

1 comentario:

Nikkita dijo...

Preciosa leyenda del dolor de amor, aunque se me ha hecho muyyyy corta :).
Besos