sábado, 6 de noviembre de 2010

La Condesa Sangrienta

Elisabeth Bathory



La mujer que actualmente posee el record Guinnes de asesinatos en serie, perteneció a una de las familias más adineradas de su país, su nombre Erzsebeth Bathory y nació en Hungría en 1560.

La Bathory se casó con el Conde Ferenc Nádasdy a los 15 años. Tuvo 3 hijas y un hijo a lo largo de su matrimonio.

Sus crímenes comenzaron a la muerte de su esposo, quien era también célebre por sus sanguinarias costumbres en batalla donde se había ganado el apodo de “El Caballero Negro de Hungría”.

En 1604, las sirvientas jóvenes del castillo de Elisabeth empezaron a desaparecer, algunas fueron encontradas en el campo sin una gota de sangre en el cuerpo.

Eran jóvenes de entre 9 y 25 años, que con la excusa de servir a la Condesa eran encerradas en las mazmorras de su castillo a la espera de ser torturadas y asesinadas.

En realidad la condesa estaba obsesionada por la sangre, pues creía que si se bañaba en ella permanecería joven, era una persona que temía envejecer.

Sus ansias de sangre continuaron durante 6 años en los cuales torturó y asesinó a cientos de jóvenes sirvientas.

Al final a Elisabeth le empezaron a faltar jóvenes con las que saciar su sed y los crímenes fueron descubiertos cuando cometió el error de matar a una joven de la nobleza.

A causa de esto las autoridades finalmente se decidieron a actuar e incluso algunos miembros de su propia familia se vieron involucrados en la investigación y cuando entraron en su castillo encontraron varios cadáveres, mujeres en estado agónico y un fuerte olor a putrefacción.

En el juicio celebrado en 1611 se presentó como prueba un diario escrito a mano por la propia condesa en el que figuraban los nombres de las mujeres que había asesinado, en total más de 650.

Debido a su status aristocrático no se la condenó a muerte, aunque todos sus colaboradores fueron torturados y ejecutados.

A ella la declararon enferma mental y fue emparedada en una habitación de su propio castillo sin ventanas ni puertas con un único y pequeño orificio para la comida y el aire, allí permanecio sin una gota más de sangre para bañarse hasta que murió 3 años después.

Se supone que el inició de estos horribles asesinatos comenzó cuando al castigar a una de sus sirvientas por algo mal hecho, la hirió, haciéndola sangrar, sangre que le salpico en el brazo, a la mañana siguiente comprobó que su piel era más tersa y bonita allí donde la había salpicado la sangre.

Y es que a la señora Condesa le gustaba beberse la sangre de sus victimas, además de hacerse preparar largos baños con esta.

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