miércoles, 3 de noviembre de 2010

PINTADAS



Hace poco que estuve en Pompeya y la verdad es que es impresionante, aunque es una ciudad en ruinas te haces una idea de como era el día a día de aquella gente.

Una de las cosas más curiosas es la cantidad de pintadas que hay por todas partes, cosa por lo visto normal en el mundo romano y en el nuestro, desde anuncios de lucha de gladiadores hasta las típicas que hoy en día adornan nuestras paredes o las puertas de cualquier W.C.

Se estima que hay más de 20.000 en bares, paredes, puertas, etc.....

Un amplio ejemplo de las pintadas:

El dinero no tiene olor.

Nada puede durar siempre.

Que intente encadenar los vientos e impida brotar los manantiales el que pretenda separar a los enamorados.

Satir, no te dediques a chupar coños fuera de casa. Hazlo dentro.

Un coño peludo se folla mucho mejor que uno depilado.

Veinte parejas de gladiadores, que pertenecen a Aulo Suettius Antenio y su liberto Níger, lucharan en Pozzuoli el 17, 18, 19 y 20 de marzo. También habrá una cacería de animales y de competencia atlética.

Soy tuya por dos ases de bronce.

Esperanza, de complacientes maneras, nueve ases.

Me he meado en la cama. Lo confieso, he cometido un pecado, pero si me preguntas, hospedero, la razón, te diré; no tenía orinal.

Cosmo, hijo de Equicia, gran invertido y mamón es un pierniabierto.

Isidoro puteolano, esclavo nacido en casa, cunnilinguamente.

Perarius, eres un ladrón.

Pacato durmió en Pompeya.

Dafnico pasó un rato aquí con su amada Felicula.

Crescente Spatalus dijo, hola.

Quien lea esto es un hijo puta.

Restituta, quítate la túnica y muestra tus peludas partes.

Me follé a la camarera.

Floronius, soldado privilegiado de la Séptima Legión, ha estado aquí. Las mujeres no supieron de su estancia. Sólo seis mujeres lo conocían, muy pocas para semejante semental.

Cedlanus, el gladiador de Tracia, es la delicia de las chicas.

Cruel Lalagus, ¿porqué no me amas?.

Si alguien no cree en Venus, debería mirar a mi novia.

Atimetus me dejó preñada.

No vendería a mi marido ni por todo el oro del mundo.

Aquí me follé a muchas chicas.

Epaphra, estás calva.

¡Oh, muros!. Habéis aguantado tantas pintadas aburridas que me asombra que no os hayáis derrumbado.

Considera atentamente esta adivinanza de Epafra; lo meto en un lugar negro, lo saco rojo.

Y es que la historia de las pintadas es muy antigua.

Se han encontrado inscripciones con comentarios sobre la política en los monumentos egipcios.

Por ejemplo la primera pintada que se conoce data del 3000 a.C., y se trata de un cartel aparecido en las ruinas de la ciudad egipcia de tebas, en el que se ofrece la recompensa de una moneda de oro a quien capture y devuelva a su amo un esclavo huido llamado Shem.

Y el ejército de Napoleón durante la campaña a Egipto grabó algunas inscripciones en las mismas pirámides de Gizah.

Las mas conocidas son las descubiertas en la ciudad de Pompeya, de las cuales he puesto un pequeño ejemplo, enterrada por el Vesubio en el año 79 d.C., donde en las paredes de un solo prostíbulo, (había más de 15) se encontraron más de cien pintadas con los comentarios de algunos clientes sobre el sexo femenino y, entre otras, también muchas inscripciones electorales que representan consejos de los scriptores sobre a quién votar y a quién no.

El ingenio y la invectiva romana era asombrosa.

Por último una dedicatoria satírica de un poeta romano al triunfo de Trajano:

“Si al volver en triunfo de tus campañas militares recibes el aplauso y las aclamaciones de los ciudadanos y cubierto de laureles y perfumes te paseas por las calles, y si luego, ya en tu casa, te desnudas ante el espejo y encuentras un segundo par de testículos, no te enorgullezcas ni te creas elegido por los dioses: simplemente te están dando por el culo”.



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