martes, 26 de mayo de 2009

Solo amor

Viví solo, siempre apartado de la comunidad. En la 5ª planta de un edificio de protección oficial.
Ningún vecino llegó a conocerme, ni a saber nada de mi vida. Así que los rumores como la hiedra, crecían día a día.
Unos que si era viudo, otros, que nunca conocí el amor.


Y sinceramente, la verdad era que acertaban. A mis 77 años, yo era viudo y nunca conocí el amor.


Me casé muy joven, con una mujer bella, a la que solo deseaba, sin llegar nunca a amarla.


No tuve hijos, ni siquiera familiares a quienes acudir. Mis amigos cayeron uno tras otro, como las hojas de los meses en el calendario, sin un solo adiós.


Y ahora sé perfectamente quien es el próximo. E incluso tengo ganas de morir, quiero ver la muerte cara a cara, y decirle que la he estado esperado, desde siempre.


Una noche, tumbado en la cama más cansado que de costumbre. Los ojos se me cierran sin querer. Mi respiración se apaga. Y el vacío me envuelve. Y entonces, una lágrima, la última, cae sobre mi mejilla ya fría, sin vida.


Mi cuerpo antes anclado a la tierra, se hace libre y allí abajo veo mi traje exterior. Un túnel negro, oscuro, me atrapa y....... al final hay una luz y en la luz, una imagen a la que nunca supe amar.


-Ven amor, vagaremos juntos por la eternidad.


- Pero... ¿Eres tú la muerte?

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