lunes, 23 de julio de 2012

Copa



El señor del saco gris empaqueta una caja de fosforos.

Su señora esposa le sugiere que doble en tres partes al hombre de la calle que lleva puesto un sombrero de copa.

-Ya tengo dónde sentarme -responde-, y es un buen momento para recoger hojas de los árboles.

La señora, ofendida por la súbita mala conducta de su marido, se quita la peluca y hace con ella un arbol de navidad.

Luego, sin venir a cuento, le da un beso al hombre de la calle y este le apreta un pezón.

De pronto el piso se agrieta entre los esposos y alguien dice: "prefiero una buena dentadura".

Ahora un abismo atraviesa la habitación y los separa.

El señor del saco gris al otro lado de la profunda grieta observa a su mujer simulando un orgasmo.

Entonces, como si nada, tararea una canción popular, se acuesta en el sillón reclinable y erupta satisfecho.

Definitivamente, hoy no viajará.

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