domingo, 1 de julio de 2012

Usos egipcios


Por lo que parece y en base a algunos hallazgos en Saqqara, la prostitución parece ser que estaba regularizada y de ninguna manera mal vista.

Y existen escenas en las que a algunas mujeres les dan a oler mandragora a otras en una especie de fiesta, en las que aparece el cono perfumado tebano, (señal erotica), se puede intuir que los festivales eroticos egipcios fueron de órdago, se sabe que se celebraban varios de ellos.

Los sacerdotes y sacerdotisas egipcias debían depilarse el cuerpo entero antes de entrar en los templos. Por razones de estética e higiene, esta práctica era también profesada por la plebe, usando las mujeres cremas depilatorias, fuego, el raspado con piedra pómez, arrancado con hilo o agresivas pociones a base de cal viva.

Los hombres utilizaban navajas de sílex, cobre y posteriormente hierro.

Parece ser que los Antiguos Egipcios eran muy discretos en cuanto a sus asuntos de entrepierna, pero como en todas la culturas, usaron afrodisiacos (de hecho usaban una amplia farmacopea) para incrementar su deseo sexual.

Como la mandrágora que se utilizaba además de para despertar la libido, para favorecer la fertilidad.

O el Shedeh, que era un dulce licor de color rojo intenso, y, que se cree se obtenia del granado.

Aunque el afrodisiaco que se llevaba la palma era la lechuga, de la cual afirmaban que "enamoraba a los hombre y hacia fecundas a las mujeres", por lo cual era consumida en grandes cantidades.

No en vano, la lechuga rezuma cuando es cortada un líquido de aspecto lechoso con color y textura similar al semen, razón por la que estaba consagrada al dios itifálico Min, en cuyo honor tenían lugar importantes festividades como forma de propiciar los embarazos entre las mujeres.

Y para lo contrario, las mujeres usaban una especie de condón/escudo de tela, cubierto de miel o resina.

Igualmente se decía que los excrementos de cocodrilo eran recomendables para el mismo fin.
Naturalmente no tenemos noticias de si esto surtía algún efecto.

La medicina moderna, no obstante, ha descubierto que el ácido contenido en la goma arábiga y en la savia de la acacia son potentes espermicidas.

Naturalmente esto eran remedios y métodos que usaban las mujeres, puesto que no se tiene noticia de ningún método anticonceptivo masculino.

En cuanto a las prácticas sexuales poco usuales, debemos citar la homosexualidad como la primera de ellas.

En cuanto a la homosexualidad femenina, las únicas fuentes se reducen a las típicas escenas de harén, o banquetes, en las que las mujeres se acarician, se ungen con perfume unas a otras, se ofrecen mandrágoras o se intercambian joyas, con gestos que son veladamente explícitos de una relación lésbica.

Al parecer no existía un tabú para las prácticas homosexuales, si bien no son demasiado frecuentes en las representaciones, es decir, lógicamente existían, pero tampoco eran muy partidarios de mostrarlas, al menos de modo explícito.

En cuanto a las prostitutas, eran normalmente bailarinas y ejercían su oficio en tabernas.
Estas mujeres solían ir muy maquilladas y llevaban tatuajes del dios Bes en sus muslos.

En el Papiro erótico de Turín se nos muestra una gran variedad de posiciones para realizar el acto sexual, algunas de ellas ciertamente acrobáticas. 

Estas representaciones muestran unos miembros viriles desproporcionadamente grandes y las escenas están totalmente exentas de pudor y llenas de naturalidad.

Concretamente hay una en la que varias mujeres transportan a un hombre exhausto y desfallecido, con su enorme pene cayendo fláccido por su costado.

No hay que olvidar que las representaciones que han llegado hasta nosotros son de tipo oficial y funerario y en ninguno de estos entornos parece tener cabida la sexualidad.

Y os dejo como final, (para que penseis), el texto de la creación en palabras de Atum, que dice:

(...) Yo soy el que me uní con mi mano cerrada, y me uní conmigo mismo en un abrazo con mi sombra; derramé semen en mi propia boca, y escupí a Shu y a la humedad como Tefnut...

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