Erase una vez:
Una chica, joven, bonita y egoísta, que a causa de un terrible accidente quedó ciega.
Que vivía amargada, odiándose a si misma, hasta que un día conoció a un buen chico, simpático y amable que la hizo reír y recuperar la alegría y que la amaba mucho.
Hasta que, le dijeron que con una operación, tendría ojos nuevos y podría volver a ver,
llegó el gran día, por fin veía, y, lo primero que quiso ver, sus nuevos ojos, unos preciosos ojos verdes que le devolvían la mirada a través del espejo.
Llena de alegría, buscó a aquel chico, bueno, simpático y amable, que tanto había echo por ella, y que tanto la quería........
y al acercarse a él, se dio cuenta con amargura, que él era ciego.
Él, al presentirla, pregunto:
-¿amiga, eres tú?.
Ella respondió, que no. Pensando en la vergüenza que pasaría si la vieran con un ciego, ella tan joven y bonita con aquellos preciosos ojos verdes.
La tristeza inundó su cara, comprendió y se despidió de su vida.
En su adiós, le dijo:
-"Tan solo te pido que cuides bien de mis ojos,
que ahora son los tuyos. Te amo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario