sábado, 15 de agosto de 2009

Leyes de Murphy

Las Leyes de Murphy son una forma cómica y mayormente ficticia de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos, y que, a grandes rasgos, se pueden utilizar en todo tipo de situaciones, desde las de la vida cotidiana hasta aquellas más importantes.

Pero, el verdadero "quid" de la cuestión está en el rango epistemológico de auténtica ley que ha alcanzado.

Por ello, habría que empezar por definir el concepto de ley.

Y según la Real Academia Española de la Lengua, ley, es una regla y norma constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades y condiciones de las mismas.

Lo que es lo mismo, un marco fijo de comportamiento en el cual se deben dar todos los fenómenos regulados por ella.

Y existen dos maneras fundamentales de proceder para elaborar leyes: la inducción y la deducción.

La inducción es extraer, a partir de determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio general que en ellas está implícito.

La deducción, es el método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular.

Tenemos pues que la forma que poseen las leyes hoy día parten del hecho de regular todos los fenómenos particulares desde un enunciado general.

Además no hay leyes sobre hechos no modelizables, o sea, repetibles en un experimento.

Así enunciados como:

"Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal";

"Para limpiar algo, hay que ensuciar otra cosa";

"No hay situación que no pueda empeorar";

"Nunca sale nada como habías planeado";

"Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos";

"Siempre hay más ropa para lavar que ropa limpia";

"Cuando un cuerpo se sumerge en agua suena el teléfono";

"Siempre que ponga la radio, escuchará las últimas notas de su canción favorita";

"No se puede saber la profundidad de un charco hasta que no se ha metido el pie";

"Un hecho es una opinión consolidada";

"La verdad es elástica".

Demuestran que se cumplen sobradamente los requisitos impuestos al concepto de ley cumpliendose de forma ineludible e invariable los hechos regulados.

Sin embargo, son procesos y acontecimientos no modelizables y por supuesto no hay una deducción científica.

Por lo tanto no hay hipótesis comprobable ya que parecen partir de la experiencia, pero, tampoco son inducciones ingenuas.

El autor parece haberse apropiado de un sistema olvidado : la educción.

Esta forma de acceso a la elaboración de una ley opera de lo particular a lo particular y de lo general a lo general.

Cumpliendo con ello la generalización y el análisis concreto de los hechos estudiados dejando al concepto clásico de ley un poco tambaleante.

¿Porque?, quién puede discutir que "Un hombre con un reloj sabe qué hora es" o que "Todo aquello que no es una afirmación, puede considerarse una negación".

Por ello dichas leyes, con el tiempo, han alcanzado el grado de verdades incontestables y ya sabéis: "Si algo puede salir mal, saldrá mal".

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