jueves, 15 de octubre de 2009

Onán

Esta es una historia bastante extraña y no obstante, ha dado nombre a una práctica sexual; el onanismo, o sea masturbación, nombre por cierto que es erróneo viendo como se desenvuelve la historia, porque seria más correcto designarla como "marcha atrás" o "coitus interruptus".

Resumo: Judá, israelita, conoce a Sué, cananea, y tienen tres hijos, Er, Onán y Sela.

Cuando Er, que era el primogénito su padre lo caso con "una mujer llamada Tamar".

Ahora bien, "Er fue malo a los ojos de Yavé y Yavé lo mató".

¿porque lo mató?....misterio, nunca se sabrá, cosas de Yavé.

Entonces Judá le dice a Onán:

"Entra a la mujer de tu hermano y tómala como cuñado que eres, para suscitar prole a tu hermano".

Pero, Onán, parece no estar muy dispuesto por la labor, y parece ser que pasaba un poco de las tradiciones así en el Génesis (38: 9) se lee:

"Pero Onán, sabiendo que la prole no sería suya, cuando entraba a la mujer de su hermano se derramaba en tierra para no dar prole a su hermano".

O sea, más claro imposible, el tío entraba a matar, pero acababa la faena fuera de lugar.

Claro esto a Yavé, como que no.

Y así seguidamente nos dice de nuevo el Génesis (38:10):

"Era malo a los ojos de Yavé lo que hacia Onán, y le mató también a él".

Ahora a Judá solo le quedaba su hijo pequeño, Sela y claro el hombre se comía la cabeza, porque a causa de Tamar, ya había perdido dos hijos, así que le dice a su nuera:

"Quedate como viuda en casa de tu padre hasta que sea grande mi hijo Sela".

Y por otro lado pensaba:

"No vaya a morir este como sus hermanos".

Por lo que Tamar se fue a casa de su padre, esperando a que Sela se hiciera mayor.

Pasó el tiempo y Sela se hizo mayor, pero Judá pasaba de dárselo como esposo, así que Tamar ni corta ni perezosa se quitó su ropa de viuda, se cubrió con un velo y se sentó a la entrada de Enaím, en el camino de Tamna, pues sabia que su suegro pasaría por allí e iba darle una lección.

Así lo cuenta el Génesis (38:14-18)

"Despojóse ella de sus vestidos de viuda, se cubrió con un velo, y cubierta se sentó a la entrada de Enaím, en el camino de Tamna, pues veía que Sela era ya mayor y no le habia sido dada por mujer".
"Judá al verla, la tomó por una meretriz, pues tenia tapada la cara. Dirigiose a donde estaba y le dijo: "Déjame entrar a ti", pues no conoció que era su nuera. Ella le respondió :"¿Qué vas a darme por entrar a mi?" y él contestó: "Te daré un cabrito del rebaño", Ella le dijo: "Si me das una prenda hasta que lo mandes..." "¿Qué prenda quieres que te dé?", le dijo él. Ella contestó: "Tu sello, el cordón de que cuelga y el báculo que llevas en la mano". Él se los dio y entró en ella, que concibió de él".

Ahora Tamar, tenia su venganza, se quitó sus vestidos de meretriz, se puso los de viuda y volvió a casa de su padre.

Judá envió el cabrito como pago, pero no hallaron a Tamar y por lo tanto no recuperó sus pertenencias, olvidandose por tanto del asunto.

Pero, al cabo del tiempo le dicen a Judá "Tamar, tu nuera, se ha prostituido y de sus prostituciones está encinta".

A lo que él contestó: "Sacadla y quemadla".

Pero, Tamar que no era tonta, cuando fueron a por ella, dijo: "Del hombre cuyas son estas cosas estoy yo encinta. Mira a ver de quién son ese anillo, ese cordón y ese báculo".

Por supuesto Judá se tragó su hipócresia, reconociendo los objetos y diciendo ya que no podía negarlo:

"Mejor que yo es ella, pues no se le ha dado a Sela, mi hijo".

Acabo con que Judá no volvió a "conocerla" más.

No se dice si consiguió a Sela, el caso es que Tamar tuvo dos hijos de Judá, Fares y Zaraj.

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