Mahoma

Sobre los cuarenta años, Mahoma del que se dice que tenía un temperamento dulce y místico, sufre una crisis religiosa y es en este periodo cuando comienzan las revelaciones divinas.

Kadisha, su mujer, la compañera perfecta, le anima, le comprende y cree en su misión.

Tuvieron ocho hijos, de los que siete murieron jóvenes, todos varones y una hija, Fátima, que aseguraría su sucesión casándose con Alí, hijo de Abu Talib, tío de Mahoma.

Las crisis extáticas que sufrió Mahoma, y que el mismo consideraba de origen demoníaco, no gustaron nada a la aristocracia comerciante de La Meca.

Mahoma negaba el poder de obrar milagros y tenía la convicción de ser el mensajero de Dios, ya que de él había recibido la orden de confirmar las antiguas escrituras.

Y si Dios había revelado su voluntad a judíos y cristianos, estos desobedecían los mandamientos siendo conscientes que Dios condenaba que se adorara a otro.

Siendo que estaban errados, debían ser devueltos al buen camino, hacia la verdadera religión que predicó Abraham.

Y por ello, el Corán predica que hay un solo Dios, Todopoderoso y Omnisciente, Alá.

Un Dios, que aunque compadece a sus criaturas, es severo en su castigo, ordenando la justicia y la honestidad, la complacencia hacia los huérfanos y viudas y la caridad a los pobres.

Así los deberes más importantes del musulmán (el que se somete a Dios), son creer en Alá, en su Apóstol, la plegaria, la limosna y si le es posible una vez en la vida peregrinar a la casa sagrada de La Meca, construida por Abraham para adorar el Único Dios.

Las revelaciones coránicas, se sucedieron las unas a las otras en cortos intervalos de tiempo, y fueron memorizadas por unos mnemotécnicos profesionales, siendo escritos los versículos ya en vida de Mahoma (el Alabado).

Y establecida una versión autorizada unos ocho años antes de su muerte.

Siendo para los mahometanos la palabra decisiva de Dios.

Aunque a causa de que la escritura cúfica, o sea la escritura árabe primitiva, en la que se escribió el Corán, no tenía indicación de vocales ni de signos de puntuación, los musulmanes le han dado diferentes interpretaciones, y por ello, todas ellas provistas de la misma autoridad.

La nueva religión se propagó rápidamente, primero la familia inmediata de Mahoma, seguidamente en otros círculos, por ello los Qurayhs, temiendo perder sus privilegios relativos al peregrinaje a la Kaaba y la destrucción del politeísmo árabe, se opusieron a su predicación, por lo que los primeros fieles emigraron a Abisinia.

En al año 622, Mahoma había perdido a su mujer, sus hijos y era perseguido con odio por los de su tribu, huyó a Medina, donde tenia varios adeptos, esta fecha, histórica para el Islam, es llamada la hégira, (la fuga o emigración) y es considerada el punto de partida del Islam.

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