lunes, 14 de septiembre de 2009

La Mantícora

La mantícora era un animal fabuloso que solía incluirse en los bestiarios medievales, siendo considerado como el mayor depredador que existía.

Se decía de la mantícora que merodeaba los bosques en busca de seres humanos a los que arrojaba una masa de dardos venenosos matándolos de inmediato.


Finalmente, devoraba a sus víctimas, incluyendo huesos y ropa, trasladando las pertenencias de su víctima a su guarida de tal forma que no quedaba rastro alguno.

La descripción que se hacia era que poseía la cabeza de un hombre, con tres hileras de dientes afilados, el cuerpo de un león de color rojizo y la cola de escorpión llena de dardos venenosos que disparaba a voluntad, pudiendo alcanzar a su víctima en un radio de treinta metros.

En algunas versiones, tenia además, alas de murciélago.

El desgraciado que recibía el impacto de uno de esos dardos, moría rápidamente por la acción del veneno.

Se decía también que canturreaba suavemente mientras devoraba a su presa.


En la obra de Ctesias, (Indica) desgraciadamente perdida se hablaba por primera vez de este fabuloso ser, siendo en el resumen que Focio, (el Myriobiblon), hizo, donde se puede leer la siguiente descripción:

"El Mantikhora tiene rostro como de hombre, piel roja como el cinabrio, y es tan grande como un león. Tiene tres filas de dientes, orejas y ojos azules como los de un hombre y su cola es como la de un escorpión de la tierra, que contiene más de una picadura de un codo de largo al final. Dispone de aguijones en cada lado de la cola y uno en la parte superior de su cabeza, como el escorpión, con el que inflige una herida que siempre es fatal. Si es atacado desde la distancia, se coloca con la cola por delante y lanza las picaduras, como si fuera un arco, si es atacado por la espalda, se endereza hacia fuera y lanza sus picaduras en línea recta a la distancia de cien pies. La herida infligida es fatal para todos los animales, excepto para el elefante. Las picaduras son un pie de largo. El Mantikhora se llama en griego Anthropophagos (devorador de hombres), porque, aunque se alimenta de otros animales, mata y devora a los seres humanos. Pelea tanto con sus garras y aguijones, que, según Ctesias, crecen de nuevo después de que han sido amputados. Existe un gran número de estos animales en la India, que son cazados y muertos con lanzas o flechas por los nativos montados en elefantes. "

Por su parte Pausanias haciendose eco de estas historias en su descripción de Grecia relata:

"La bestia descrita por ctesias en la historia de la India, que dicen que se llama Mantikhoras por los indios y devoradora de hombres (Androphagos) por los griegos, me inclino a pensar que es el tigre. Pero que tiene tres filas de dientes a lo largo de cada mandíbula y picos en la punta de la cola con la que se defiende de cerca, mientras que arroja como un arquero las flechas a los enemigos más lejanos. "


Y Eliano, en su obra (de animales) dice:

"Hay en la India una bestia salvaje, poderosa, audaz, tan grande como el más grande de los leones, de un color rojo como el cinabrio, peludo como un perro y que en la lengua de la India se le llama Mantikhoras (del persa mardkhora "asesino"). Su cara sin embargo no es la de un animal salvaje, sino de un hombre, y tiene tres filas de dientes en su mandíbula superior y tres en la parte inferior, que son muy agudos y más grandes que los colmillos de un perro. Las orejas también se asemejan a un hombre, excepto que son más grandes y peludas, los ojos son de color azul-gris y también son como los de un hombre, pero sus pies y uñas, son las de un león. El final de la cola es como de un alacrán, teniendo más de un codo de largo, y la cola tiene aguijones, a intervalos en cada lado. Sin embargo, la punta de la cola da una picadura mortal para cualquier persona que encuentra, y la muerte es inmediata. Si uno persigue a la bestia sus picaduras, como flechas, vuelan de lado pudiendo disparar a una gran distancia. Las picaduras son un pie de largo y el grosor de un junco. Ctesias afirma (y dice que los indios confirmar sus palabras) que en los lugares donde las picaduras han caído las dejan hasta la primavera, por lo que este mal produce una cosecha. Y según el mismo autor la Mantikhora devora a los seres humanos y, de hecho hace masacre de un gran número, y está en espera no de un solo hombre, sino que espera a dos o incluso tres hombres. Derrotando a todos los demás animales, incluido el león, aunque esta criatura tiene un deleite especial en hartarse de carne humana como su propio nombre indica, y como el ciervo es extremadamente rápida.
Ahora bien los indios los cazan jóvenes mientras están sin aguijones en la cola, que luego aplastan con una piedra para evitar las picaduras cuando crecen.
El sonido de su voz es parecida a la de una trompeta.
Ctesias declara haber visto realmente a este animal en Persia y que había sido traído de la India como un regalo al rey persa".

En cambio, Filotratos, en su obra, vida de Apolonio de Tiana, relata que:

"Pregunté que si había allí un animal llamado Mantikhoras, a lo que Iarkhas, un sabio indio, me respondió:
" ¿Y cual es la descripción de ese animal?.
"Hay respondió Apolonio," historias, que no puedo creer, porque dicen que la criatura tiene cuatro pies, y que su cabeza se asemeja a la de un hombre, pero que en tamaño es comparable a un león, mientras que en la cola tiene pelos de un codo de largo, afilados como espinas, que dispara como flechas y que usa para cazar.

E Iarkhas respondió a sus preguntas así: "... Jamás he oído en este país que exista un animal que dispare flechas.

Para terminar Plinio el Viejo, en su Historia Natural cuenta:

"Aethiopia produce, muchas monstruosidades, Ctesias escribe que en el mismo país nace la criatura que él llama la Mantichora, que tiene una triple hilera de dientes como los dientes de un peine, la cara y las orejas de un ser humano, ojos grises, un color rojo sangre, el cuerpo de un león, y que causa picaduras con su cola de escorpión, con una voz como el sonido de una flauta de Pan mezclada con una trompeta, de gran velocidad, y con un especial apetito por la carne humana ".

Sea como fuere, la Manticora pertenece hoy al reino del olvido.

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