sábado, 5 de septiembre de 2009

El diluvio de Berosio

Una de las últimas voces auténticas de la cultura Mesopotamica era un sacerdote babilonio conocido con el nombre de Bel-re'ušunu.

Aunque es mejor conocido por la posteridad como Berosio.

Era sacerdote del Templo de Marduk en Babilonia y dirigía la organización de templo.

Tenia acceso directo a los archivos del templo, y su posición le permitió escribir una historia de los tiempos más oscuros, un período de más de tres mil años.

Su historia fue llamada Babiloniaca y fue escrita en griego.

Berosio procuró explicar la cultura de Mesopotamica y su religión a las nuevos dueños de su país.

Dedicando su libro a Antioco I Soter (323-261 A.C.).

Lamentablemente, ninguno de los libros de Berosio ha sobrevivido y lo que sabemos, es a través de citas hechas por autores posteriores.

Uno de éstos era Abydenus.

El otro era Alejandro Polyhistor, natural del reino Anatolio del Ponto en la costa de Mar Negro.

Este último fue esclavo en Roma al ser capturado durante la guerra con Mithradates del Ponto, siendo liberado y haciendose ciudadano romano.

Como predestinado por su nombre, Polyhistor escribió numerosos libros de historia, hablando extensivamente de Berosio, en sus escritos sobre Mesopotamia.

Y aunque ninguno de los trabajos de estos dos autores ha sobrevivido, se conserva gran parte en la forma de citas de autores posteriores.

Entre éstos destaca Eusebius Pamphilius (264 - 338), Obispo de Caesarea, delegado del Consejo de Nicea y uno de los eruditos más eminentes de su tiempo.

A causa de esta cadena notable de escritores y a pesar de ser groseramente corregida y resumida, la voz de Berosio el sacerdote de Marduk todavía puede ser oída.

Y él habla de historias y tradiciones que sólo han sido confirmadas en tiempos modernos por el trabajo de los arqueólogos.

Esta es la historia de Berosio según Alejandro Polyhistor:

Después de la muerte de Ardates, su hijo Xisuthrus reinó dieciocho sari.

En su tiempo hubo un gran Diluvio.

La Deidad, Cronos, se le apareció en una visión, y le advirtió que habria una inundación, por la cual la humanidad sería destruida.

Él por tanto obedeció, construyendo un barco de cinco estadios de longitud y dos de ancho, donde debían subir su esposa, sus hijos y sus amigos.

Xisuthrus es una traducción al griego del nombre de Ziusudra (o Ziudsara), el último rey mencionado en la Lista de Reyes de sumeria antes de la Gran Inundación.

Según esta lista, y en varias versiones que han sido encontradas, él reinó realmente como rey de la ciudad de Shuruppak en el Eufrates, alrededor de dieciocho saris.

¡Un sari es el equivalente de 3,600 años, entonces, como puede ser un reinado de 64.800 años!. ¿?

Solo recordar que Noé tenía 600 años cuando puso las vela en su barco.

El Dios no era, por supuesto, el griego Cronos, pero, si el sumerio, Enki, esto era una práctica común en el sincretico mundo de la antigüedad para hacer los nombres de los dioses extranjeros más familiares.

Enki advirtió a Ziusudra de que el señor de dioses, Enlil, señor del aire, más tarde identificado como Marduk o Bel, se había enojado con la gente de la Tierra y que había decidido destruirlos a todos.

Ziusudra, quién en otros textos es conocido como Atrahasis "Sumamente Sabio" o Ut-napishtim "Él Que Vio la Vida", ya se coscaba de algo, porque era la cuarta vez que los dioses habían intentado borrar la raza humana.

La primera vez, mediante enfermedades.

La segunda vez, por la sequía.

La tercera vez, por el hambre.

Y en cada ocasión Enki frustró los proyectos de Enlil por medio de su criado en la Tierra, el rey Ziusudra, instruyendo a la gente para que rezara a varios dioses a fin de que se avergonzaran o directamente, intermediando.

Enlil enfurecido por la continua intromisión de Enki, exigió que Enki encabezara la gran inundación para borrar a la humanidad.

Exigencia que fue rechazada por Enki, argumentando: "¿Por qué debería yo usar mi poder contra mi gente?"... ¡Esta es la clase de trabajo que Enlil, me manda!", pero al final consintió al estar obligado por un juramento de no interferir el plan.

Sabiendo que esta vez no sería capaz de salvar a su gente, Enki decidió intentar un acercamiento diferente.

Al estar ligado por juramento a Enlil, tendría que encontrar otro modo de advertir a Ziusudra.

¡Como el Rey de Shuruppak (Ziusudra) vivia en una casa de cañas, Enki, sabiendo que Ziusudra le oiría, dirigió sus instrucciones a las paredes de la casa!


¡Pared, escúchame!
¡Choza de caña, asegúrate que escuchas todas mis palabras!
¡Desmonta la casa, construye un barco...


Enki dirigiendose a la pared de Ziusudra le dio las dimensiones precisas de un barco y le instruyó para que estuviera lleno de cada clase de animal.

Ziusudra explicó a los mayores de la ciudad de Shuruppak que Enki estaba en guerra con Enlil y que como partidario de Enki tendría que marcharse inmediatamente.

La gente de la ciudad le construyó el barco y él seleccionó los mejores animales.

Se organizó un banquete, pero él estaba tan disgustado por lo que sabía que se sintió enfermo.

Entonces el tiempo cambió y Ziusudra introdujo a su familia dentro del barco sellándolo con betún.


La tormenta descargó contra la gente como un ejército.
Nadie podía ver a nadie,
Ni ser reconocido en la catástrofe.
La inundación rugió como un toro,
Como un grito de asno salvaje, los vientos [aullaron]
La oscuridad era total, no había sol.


Cuando los dioses vieron la magnitud del desastre comenzaron a llorar.

¿Cómo podían ellos destruir su propia creación?

Peor aún, los dioses habían creado a la gente para un objetivo específico: de modo que ellos nunca tuvieran que trabajar otra vez.

¿Quién iba ahora a hacer su trabajo? ¿Quién iba ahora a sacrificar en su nombre?

El mundo fue completamente cubierto por el agua y como cañas flotaban los cadáveres.

Cuando la inundación empezó a disminuir, Ziusudra soltó unas aves; que, no encontrando ningún alimento, ni ningún lugar en el que descansar sus pies, volvieron a él.

Y dejando pasar un intervalo de algunos días, las volvió a soltar un segunda vez; y ellas volvieron con los pies teñidos del barro.

Entonces lo intentó una tercera vez; sin que volvieran: por lo que juzgó que la superficie de la tierra había aparecido encima de las aguas.

Y haciendo una abertura en el buque, para mirar fuera vio que estaba varado sobre el lado de alguna montaña.

Viendo que estaba salvado, ofreció un sacrificio a los dioses.

El barco había varado en Armenia, y alguna parte de el aún permanece en las montañas; la gente se lleva el betún, con el cual había sido cubierto, usandolo como amuleto.

Habían pasado siete días y siete noches cuando las aguas comenzaron a retroceder y el barco de Ziusudra posaba encima de una montaña en el país de Nizir, la tradición posterior lo coloca en las montañas de Urartu o Ararat.

George Smith, sin embargo, pensó que con mayor probabilidad estaría en algún sitio al este de Asiria.

Cuando Ziusudra presentó el alimento y quemando sus ofrecimientos de gracias por la supervivencia, los dioses, tuvieron hambre y tuvieron sed, juntandose "como moscas sobre el holocausto" inhalando su dulce fragancia.


Pero:


El guerrero Enlil vió el barco
Y estaba furioso, con él otros dioses.
"Nosotros, gran Anunna, todos nosotros,
¡Concordamos en un juramento!
¡Ninguna forma de vida debería haberse escapado!
¿Cómo pudo alguien sobrevivir a la catástrofe? "


Y Anu oyó su voz,
Y habló al guerrero Enlil,
¿"Y quién, sino Enki?
Asegurandose que la choza de caña revelaría su orden. "


Entonces Enki contestó a los grandes dioses,
¡"Lo hice, a despecho!
Asegurandome de que la vida fuera conservada...


Y entonces explicó qué los dioses nunca deberían haber tratado de destruir a la humanidad.

La gente era criados útiles que eran esenciales para guardar a los dioses que viven en el regazo del lujo.

Y si el problema era que habían demasiados se podría fácilmente hacer una política de control de la natalidad.

Enki, por tanto había hecho un trato con Nintu, la diosa del nacimiento y de la fertilidad, para que la tasa de mortalidad infantil fuera mucho más alta y que una de cada tres mujeres no fuera capaz de dar a luz con éxito.

Estableciendo una casta de sacerdotisas que no tendrían permitido tener niños.


Enlil satisfecho bajó a la Tierra para saludar a Ziusudra y su familia y les dio su bendición.

Estableciendo un pacto por el que nunca trataría de destruir a la humanidad otra vez.

Ziusudra, su esposa y el piloto del barco, ¿? fueron declarados inmortales y llevados a vivir a un país distante, en la tierra buena y pura de Dilmun, el lugar donde el sol se eleva.

Nunca mas los dioses volverían a tratar de destruir la humanidad.

La diosa Nintu confeccionó un collar de lapislázuli como recordatorio, de modo que ellos nunca lo olvidarían.

Muchos siglos más tarde, Ziusudra y su esposa, fueron visitados por un rey grande e ilustre de Uruk.

Su nombre era Gilgamesh, el héroe más famoso de las leyendas Mesopotamicas, aunque según las listas de Reyes de sumeria, realmente fuera un rey que gobernó Uruk alrededor del 2700 A.C..

Este después de la muerte de su amigo íntimo Enkidu, viajó a través del océano para encontrar a Ziusudra (Ut-napishtim) y preguntarle como obtuvo la inmortalidad.

1 comentario:

Sergi Codina dijo...

gracias por la info!! ;)