sábado, 11 de julio de 2009

CINISMO

Cinismo.



1. - Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.


    2- Impudencia, obscenidad descarada.

  1. - Doctrina de los cínicos ( pertenecientes a la escuela de los discípulos de Sócrates).

  1. - desuso. Afectación de desaseo y grosería.



Real Academia de la Lengua.


La Escuela Cínica, fundada por Antístenes en el siglo IV a.C., fue una de las llamadas escuelas socráticas menores. Su lugar de reunión era el Gimnasio Cinosargo (Perro Blanco), por lo que se los llamó "Perros", apodo cuyo uso se justificaba también por la forma de vida errante y el desapego por los bienes materiales de sus miembros.


Este apodo para ellos era considerado como un honor: Antístenes se llamaba a sí mismo "El Auténtico Perro" y su discípulo Diógenes se daba a sí mismo el nombre de "Perro".


La realidad es que los filósofos como Diógenes eran llamados kynikos, de la palabra griega kyon que significa perro, porque parecía que siempre estaban ladrando y gruñendo al género humano.


El cinismo, más que una filosofía, fue una forma de vida, en la mayoría de los casos esforzada y exigente.


Los cínicos despreciaban los bienes materiales, los placeres, las pasiones, las normas sociales y los lazos nacionales.

Afirmaban que las costumbres, las creencias religiosas y las leyes se hallaban en oposición a la Naturaleza.


Con su estilo franco y provocador desconcertaban a sus contemporáneos y desnudaban toda su hipocresía. (Por eso el verdadero sentido de la palabra "cinismo" está asociado al recelo por la naturaleza humana y a la actitud irrespetuosa ante las convenciones sociales.) Hacían deliberadamente lo que los demás se guardaban de hacer por pudor o costumbre, reafirmando así su independencia.

Veían a la civilización como algo artificial, antinatural y despreciable. Consideraban como virtud auténtica el vivir conforme a la Naturaleza, con autarquía y autosuficiencia.


Valoraban más una vida salvaje que otra sometida a las reglas del rebaño, una vida sencilla que otra refinada y alienante.

A diferencia de Sócrates, que concedía gran importancia a lo social y al intelecto, los cínicos encontraban la virtud en lo individual y lo no intelectual.


Por eso es que no elaboraron una doctrina moral sistemática sino que se constituyeron ellos mismos en testimonio de la virtud, de la abstinencia y del autodominio.


Sostenían que la felicidad sólo puede lograrse por la independencia o autarquía y despreciaban a los que inútilmente la buscaban en el placer y las riquezas.

Practicaban la no satisfacción de los apetitos artificiales o culturales y el dominio de los naturales.


El principio de autodeterminación, pilar de la razón cínica, supone el rechazo del trabajo como precio para ser admitido en la civilización.


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