lunes, 13 de julio de 2009

Hiparquia


Hiparquía de Tracia. Nació en el año 346 a.c. y murió aproximadamente en el 300a.c.

Se puede considerar que Hiparquía es la primera mujer filósofa y seguramente fue introducida en la filosofía por su hermano Metrocles, que era seguidor de Crates.

La mayor parte de la información que se tiene sobre Hiparquia viene de escritos de autores bastante posteriores a ella, especialmente de Diógenes Laertes; el cual indica que Hiparquia escribió diversas cartas y tratados filosóficos desgraciadamente perdidos.

Diógenes sí nos ha transmitido una gran cantidad de historias y anécdotas sobre esta extraordinaria mujer.

Se enamoró del cínico Crates, y agradábale tanto la vida y conversación de Crates, que ninguna ventaja de sus pretendientes, las riquezas, la nobleza ni la hermosura la pudieron apartar de su propósito, pues Crates era todas estas cosas para ella.

Pero su familia impedía el matrimonio, ya que por aquel entonces tenia unos 15 años.

Entonces Hiparquia amenazó con suicidarse si no se casaba con su amado, a lo que Crates que era bastante mayor que ella, la intentó disuadir, mostrando sus defectos físicos.

Pero Hiparquia le adoraba aún así, y entonces Crates un día se presentó en su casa, y delante de la familia de Hiparquia, se quitó la túnica y desnudo le dijo, este es el novio, y éstas sus posesiones y que eso era todo lo que podía ofrecerle.

Hiparquía hizo lo propio y se marcharon juntos, casándose más tarde, consumando su matrimonio haciendo el amor en un portal público y usando públicamente del matrimonio.

El matrimonio de Crates e Hiparquia fue inusual, ya que, según las teorías cínicas el matrimonio no era una institución respetada.

Ambos destacaron por llevar vidas en todos sus aspectos de acuerdo al principio cínico de anaideia (falta del sentido del ridículo).

Con su acto público, reforzaron la enseñanza cínica por la cual cualquier acción suficientemente virtuosa como para llevarse a cabo en privado, no sería menos virtuosa en público.

Su relación con Crates, resultó ser de lo más cordial y compartían todo de igual a igual, incluida la filosofía.

Hiparquia alcanzó fama sobre todo por sus intercambios dialécticos con Teodoro el Ateísta, un filósofo de Cirene, que había cuestionado la legitimidad de la presencia de una mujer en un Symposium.

Según Diógenes Laertes, Teodoro recitó un verso de Las Bacantes de Eurípides preguntando si era ella la que había abandonado el telar, el tejido y la aguja.

Hiparquia respondió que era ella, pero preguntó entonces a Teodoro si ella había hecho mal al pasar su vida dedicándose a su propia educación en lugar de tejiendo para su marido.

En la Grecia Antigua, una mujer de la posición de Hiparquia se hubiera ocupado de las labores de tejer y de organizar a los sirvientes de la casa; el rechazo de Hiparquía por lo que se esperaba convencionalmente de una mujer era absolutamente radical.

Hiparquia utilizó el silogismo para acallar a Teodoro:

Premisa uno: Cualquier acción que no sería llamada equivocada si la hace Teodoro, no sería llamada equivocada si la hiciera Hiparquia.

Premisa dos: Ahora bien, Teodoro no comete falta si se golpea a sí mismo.

Conclusión: Por lo tanto, tampoco comete falta Hiparquia si ella golpea a Teodoro.

Teodoro, sin saber que responder, trató de arrancarle su capa para avergonzarla en público.

Pero Hiparquia no mostró señal alguna de alarma ni de perturbación que hubiera sido lógica en una mujer, pues su anaideia era inmutable.

Desgraciadamente no es mucho más lo que se sabe acerca de ella, desconociendo como murió.

1 comentario:

espainfo dijo...

hola, queria invitarte a que agregues tu blog a espainfo.es
es un directorio de webs y nos gustaría que estuvieras.
saludos

Diego