La escritura jeroglífica se componía de:
Ideogramas: objetos que no tienen ningún sonido fonético.
Fonogramas: signos que sirven para expresar la pronunciación.
Signos silábicos: que representan varias consonantes.
Determinativos: que sirven para mostrar su función semántica, como los verbos.
La escritura jeroglífica no es escritura…. es una fotografía de la Naturaleza…. lo que hicieron los antiguos egipcios fue ordenarla, simplemente….., el gran jeroglífico, era la vida en sí misma
Escritura sagrada en piedra ese el significado de la palabra “jeroglífico“.
Los antiguos egipcios consideraban su escritura como un regalo de los dioses.
Sin embargo, su origen no está nada claro, pues no se sabe a quien se debe su invención, los antiguos egipcios se lo atribuyeron al dios Toth, el señor de la escritura.
Las inscripciones más antiguas que se conocen de este sistema fueron encontradas en Hierápolis, al sur de Tebas y es la conocida como Paleta de Narmer.
Aprender a escribir y leer jeroglíficos llevaba años en los que los escribas se sacrificaban en su aprendizaje, sin embargo, la recompensa final de éstos era altísima.
Fue en el año 1799 cuando el ejército de Napoleón descubrió la piedra que co
ntenía las claves necesarias para descifrar los jeroglíficos egipcios.La piedra contenía, tres lenguas: el jeroglífico, el demótico y el griego.
Thomas Young fue el primero que desveló los primeros signos, al conseguir leer en unos cartuchos ovalados los nombres de Ptolomeo y Cleopatra.
Sin embargo, fue Champollion el que amplió el vocabulario traduciendo otros cartuchos y los dotó de una forma lógica y una gramática común, estuvo 23 años estudiándola hasta que en 1822 publicó la traducción completa.
Este sistema de escritura estuvo tan íntimamente ligado a la religión egipcia que la combinación de gráficos y decoraciones que representaban llegaron a formar parte de todas las ceremonias religiosas.
Los jeroglíficos guardaban también cierto poder mágico cuyas creencias llevaron a muchos faraones a querer borrar los rastros de sus antecesores precisamente mediante la destrucción de todos estos signos.
Es lo que en su momento ocurrió con la única mujer faraón, Hatshepshut.
De hecho, se creía que el nombre era de una importancia vital; tanta que en los jeroglíficos se les protegía con un cartucho ovalado en cuyo interior se inscribía los signos necesarios para desvelar el nombre y alcanzar la vida eterna.
La escritura jeroglífica solo utiliza consonantes, no deja espacios en blanco, no separa unas palabras de otras ni utiliza puntuación entre frases.
Para saber dónde comienza un texto, hay que observar la dirección hacia dónde miran los signos, y esa dirección nos marcará el inicio del texto.
Lo mismo sucede cuando el texto se dispone en columnas verticales: si los signos miran hacia la izquierda la primera columna que leeremos será la de la izquierda y si lo hacen hacia la derecha la de ese mismo lado.
En el caso de columnas verticales siempre se empieza a leer por la parte superior.
Los egipcios cambiaban el alfabeto cada pocos años.
Para escribir los contratos comerciales, cartas, e historias, utilizaban el hierático que era una versión rápida de los jeroglíficos y siempre se leía de derecha a izquierda.
Más tarde una nueva versión de escritura se impuso se llamaba demótico y se usaba principalmente para el comercio.
Con la desaparición de la civilización faraónica, los jeroglíficos dejaron de utilizarse de forma paulatina.
Durante siglos, el gran legado de la tierra del Nilo, quedó relegado al olvido.
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