jueves, 2 de julio de 2009

Valencia me mata III


QUE NO SE OLVIDE:

El Gobierno de España, para intentar disminuir la gran deuda de la Seguridad Social, repartió entre las Autonomías una enorme cantidad de millones de euros.
El Gobierno del PP de la Comunidad Valenciana, una vez recibido esos fondos, decidió que con ellos podía hacer "lo que estimara más urgente", no dio ni un céntimo a la Sanidad y consideró prioritario los preparativos para la Visita del Papa a Valencia y la celebración de la Copa de América.
El resultado es que en Valencia, si a uno le sacan sangre, no pueden entregarle después una tirita, porque no hay dinero para ese derroche, mientras que se han invertido millones en preparativos de celebraciones, la primera la del Papa.

Para que el Papa durmiera una noche en Valencia se construyo, dentro del Palacio Arzobispal, una serie de estancias lujosamente adornadas que costaron una fortuna y que sólo sirvieron para una vez, estancias para todos los obispos, que acompañaron al Papa, unos 85.

Como preparativos de seguridad se decidió que las líneas de metro que pasaran justamente por debajo del itinerario del Santo Padre fueran cerradas y vigiladas después de un profundo examen por colocación de hipotéticas bombas. Es mucha casualidad que al día siguiente de la primera inspección sucediera el accidente que causó 43 muertos y 47 heridos, accidente por otra parte del que responsabilizaron al conductor muerto, cuando era manifiesto que no habían ni balizas ni suficientes medidas de seguridad que en caso de fallar los sistemas hubieran detenido el convoy, por un puñado de euros hubieran evitado 43 muertes y que numerosas familias sigan esperando el regreso de sus seres queridos, por parte de los responsables, ni una dimisión, ni siquiera por vergüenza.

Durante la estancia papal fueron desactivadas las antenas repetidoras de los teléfonos móviles, para minimizar atentados, no colapsar las líneas y facilitar comunicaciones, dejando a medio millón de usuarios sin cobertura.

En todo el Centro de Valencia, y en las cercanías del recorrido triunfal, la policía, copiando los métodos de la policía norteamericana de Bush, visitó casa por casa pidiendo a los vecinos que hicieran de espías y que comunicaran inmediatamente si alguna persona desconocida había alquilado recientemente pisos, por la sospecha de que pudieran ser terroristas.

Como se calcularon para esos días unas temperaturas de 40 grados se acondicionaron, en todos los lugares en los que el Papa bajó del papamóvil, sofisticados sistemas ocultos que creaban microclimas para rebajar la temperatura a unos 24 grados, con un coste aún no comunicado.

Dada la descomunal aglomeración de gente, y pensando en la ingesta abundantísima de líquidos, se proporcionó al público gratuitamente las botellas de agua que precisaron. Curiosamente, en los hospitales de Valencia, si un enfermo desea beber ha de comprarse la botella de agua en los expendedores de los pasillos a precio de un euro.

Valencia fue inundada de decenas de miles de urinarios-cagaderos que bordeaban las avenidas de mayor aglomeración de gente. El terrible calor, y la fealdad de dichas cabinas, dieron una nota maloliente a la ciudad durante semanas, pero la pregunta es, cuánto costó importar esos artilugios y qué se hizo después con ellos.

Para hacer una misa con 3.000 co-celebrantes se levantó un gran túmulo con un altar de 2.500 metros cuadrados en el espacio del antiguo río, convertido desde la Democracia en lugar de esparcimiento y paseo, pero con la gravedad de que para realizar tal obra fue preciso talar árboles, algunos muy antiguos, que daban sombra a los que corrían practicando deporte o simplemente paseando. También se levantó una costosa cruz luminosa de 35 metros de alto.

El gasto en jardinería del Ayuntamiento de Valencia, que ya es famoso por lo costoso (sólo el largo Puente de las Flores, hecho de jardines que se cambian por completo con cada estación del año, ya se lleva cantidades de dinero) se incrementó enormemente al cambiar las flores perecederas de los jardines por compuestos de colores amarillo y blanco, los colores del Vaticano.

El Ayuntamiento publicó un bando invitando a la población para que engalanase sus balcones con banderas papales con el lema "Valencia te espera". Triunfó el "Jo no t'espero". En Canal 9 no salió nada de esto.

Para mantener el orden durante la visita, o no se sabe para qué, se reforzó la seguridad con policías de otras ciudades españolas en orden de unos 5.000.


Al mismo tiempo, como acto pacíficamente agresivo, algunos ciudadanos vestían camisetas negras en las que, en letras blancas, se leía la provocadora frase:

"Rita, ¿el Papa sabe lo tuyo?".

Rita es la alcaldesa, conocida por determinadas y muy lícitas tendencias personales.


Es digno de analizar, toda esta serie de gastos fastuosos, impropios de una religión que en sus orígenes pregonaba la humildad y rechazaba la ostentación.


El Viernes 3 de Julio hará tres años del peor accidente de metro en Europa, el tío Paco nunca se ha reunido con los familiares, ¿P'a qué?? , el Papa sigue a lo suyo y los familiares se reunen todos los días 3 de cada mes en la plaza de la Virgen, cerca de la Generalidad, pero su indignación no traspasa las paredes, ni un gesto de justicia ni de generosidad por parte de nadie es lo que encuentran, ahora eso sí las autoridades, sean cuales sean, les han negado el uso de megáfonos, supongo que será porque al Molt Honorable le impiden conciliar el sueño.

No hay comentarios: